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Diccionario Teológico del Nuevo Testamento - Compendio - Kittel

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tanto a los enemigos de Israel (Am. 1:4ss) como al propio Israel desobediente (Am. 2:5). Escatológicamente, el fuego es una señal<br />

<strong>del</strong> día <strong>del</strong> Señor (Jl. 2:20), denota la destrucción final (Mal. 3:19), y representa el castigo eterno (Mal. 3:19).<br />

c. Signo de gracia. En Génesis 15:17, el fuego indica que Dios en su gracia acepta los sacrificios. Interviene en el arrebato de Elías<br />

en 2 Reyes 2:11. Es una señal de guía y protección en Éxodo 13:21–22 (cf. 2 R. 6:17). En Isaías 4:5 describe la morada final de<br />

Dios en medio de su pueblo.<br />

d. Término para Dios. La descripción de Dios como fuego consumidor (Dt. 4:24) denota su ser majestuoso que abarca la gracia y el<br />

juicio. En el AT, el fuego se considera en sentido teocéntrico más que cosmológico. Expresa la gloria de Dios en la revelación y el<br />

juicio.<br />

II. El judaísmo tardío.<br />

1. La apocalíptica. En la apocalíptica a los astros se los llama cuerpos de fuego; se dice que los seres humanos están compuestos de<br />

tierra, agua, aire y fuego; figura la idea de una conflagración cósmica; los ángeles son seres de fuego, y el fuego representa el castigo<br />

en el mundo venidero.<br />

2. Los rabinos. Algunas obras rabínicas consideran el fuego como preexistente, y otras hablan de su creación. Se distinguen diversas<br />

formas de fuego, p. ej. la fiebre, el fuego de Gabriel y el fuego de Dios, junto con otras formas ordinarias. Se asocia la ley con el<br />

fuego, y el fuego marca a quienes la estudian, de modo que el fuego <strong>del</strong> infierno no tiene poder sobre ellos. El lugar de los muertos<br />

se convierte en un lugar de fuego para castigar a los malvados. El sheol es una etapa intermedia; la gehenna es el lugar final de<br />

castigo. Los castigos en el lugar intermedio son para purificación, y las oraciones y limosnas pueden acortarlos o aliviarlos. Todos<br />

los transgresores en Israel, así como los reprobados eternamente, pasarán por el lugar intermedio. Se dan diversas descripciones<br />

<strong>del</strong> fuego intermedio y <strong>del</strong> final, p. ej. su calor, su intensidad, su duración, etc. El fuego caracteriza el mundo celestial, p. ej. los<br />

ángeles y el dedo de Dios.<br />

3. Qumrán. Las obras de Qumrán también esperan un juicio final de fuego sobre los enemigos de Dios. El fuego denota la aflicción,<br />

pero hay también un fuego eterno <strong>del</strong> infierno. Se pueden ver rastros de la idea de una conflagración cósmica.<br />

4. El judaísmo helenístico.<br />

a. Filón adopta la idea de cuatro elementos, y describe la naturaleza <strong>del</strong> fuego y su significado cultural al estilo de la filosofía griega.<br />

Pero no equipara el espíritu humano con el fuego. Para él el aspecto penal es menos importante; en el caso de Nadab y Abihú, el<br />

juicio conduce a la comunión con Dios. Su énfasis en la trascendencia de Dios lo protege <strong>del</strong> monismo <strong>del</strong> fuego que se halla en el<br />

estoicismo.<br />

b. Josefo usa el fuego en el sentido literal; también tiene πυρεῖον para «combustible», y πυρετός para «fiebre».<br />

[p 955] III. Uso gnóstico.<br />

1. Los escritos herméticos. En estas obras el fuego denota el cosmos material, la esfera planetaria y demoníaca y la pasión sensual.<br />

2. Las obras gnósticas coptas. Aquí el mundo sublunar está rodeado de esferas de fuego. El alma que asciende debe pasar por la<br />

zona de fuego de los arcontes. Los juicios de fuego castigan a los pecadores según sus acciones. Junto con el bautismo de agua y el<br />

<strong>del</strong> Espíritu, existe un bautismo de fuego.<br />

3. La literatura mandea. Estas obras contraponen el fuego viviente y el fuego consumidor. Positivamente, el fuego pertenece al rey<br />

victorioso y eterno de la luz, y reviste o corona a sus enviados. También el alma es fuego viviente. Negativamente, el fuego consumidor<br />

o llameante es el de la vida material o el juicio. Caracteriza al mundo malvado, al cuerpo y a la pasión por una parte, y al<br />

juicio escatológico por la otra. En una obra el fuego es la raíz de todas las cosas. El fuego visible surge <strong>del</strong> invisible. Todo lo material<br />

se disolverá en la conflagración final.<br />

D. El NT.<br />

I. El fenómeno terrenal. Sólo rara vez se usa πῦρ para denotar el fenómeno terrenal en el NT. En Hebreos 1:7 se hace referencia al<br />

relámpago, en Apocalipsis 16:8 al calor, en Marcos 9:22 al fuego cotidiano, en Lucas 22:55 a una especie de fuego de guardia, en<br />

Hechos 28:2ss al fuego para calentarse, en Hebreos 11:34 al fuego como medio de ejecución, y en Apocalipsis 17:16 al fuego<br />

como arma de guerra. En el NT no existe un fuego cultual (pero cf. Ap. 8:5).<br />

II. Uso figurado.

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