Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

Ahora hay aparatos casi mágicos que logran inmovilizar a los niños proyectando
frente a ellos toda suerte de espectáculos, pero ese es un milagro menor. Más
admirable es la magia de quien es capaz de pronunciar palabras que les permitan a los
niños ver lo que no está frente a ellos, que haga relampaguear en sus ojos hechos y
criaturas que son apenas un hilo de voz, un relato. 6
En la lectura el proceso es similar, si queremos participar activamente, me refiero a
comprenderla, recrearla, reflexionarla; tenemos que hacer el ejercicio de leer una
secuencia de letras negras y a través del proceso de abstracción convertirlas en un
mundo maravilloso de imágenes.
Para finalizar, la televisión no sólo nos roba la capacidad de imaginar sino también
lo ya imaginado: no logro describir el grado de decepción que sufrí cuando descubrí en
la televisión que Kalimán no era el héroe de ojos azules y de noventa kilos de recia
musculatura que la radio me había hecho imaginar, sino un hombre de mediana
complexión y ya estando en años llamado Gaspar Ospina; y que Solín no era un niño
inteligente y tierno sino una mujer llamada Érica Crum.
Una razón más que contribuye al bajo nivel de lecto-escritura en el país, es el alto
costo y la baja promoción del libro; una edición decorosa de Don Quijote o de Cien
años de soledad puede costar el veinte por ciento de un salario mínimo mensual
vigente. Además, la promoción de la lectura a través de las bibliotecas es mínima,
pártase del hecho que en el país no existe una sola biblioteca pública que preste el
servicio veinticuatro horas al día, trescientos sesenta y cinco días al año; este servicio
está limitado a los horarios de atención diurna de lunes a viernes y en muy pocos
casos hasta el sábado medio día.
Pese a las dificultades esbozadas y otras sin mencionar, el compromiso de la
escuela, padres de familia y sociedad en general tiene que ser decidido en el empeño
de mejorar los procesos de la lectura y la escritura en el país. Soy un convencido de
que los libros nos hacen libres, no en vano lo primero que hacen los dictadores de
cualquier lugar del mundo es quemar los libros porque son caminos que llevan a la
libertad.
Para finalizar, permítanse las siguientes conclusiones:
a) Debe promoverse la lectura en el hogar. Particularmente me hice lector
escuchando narraciones o cuentos orales que a muchos niños nos contaba
un viejo narrador; contar cuentos es otra forma de leer.
6 Ospina, William. “El placer que no tiene fin”. En: La decadencia de los dragones, Punto de lectura, Bogotá 2006. Pág.
14.
1030