Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

acerca de que la lectura del mundo precede siempre a la lectura de la palabra y que la
lectura de ésta implica la continuidad de la lectura de aquel, nos invitaba a pensar la
lectura crítica del mundo a través de la palabra y su potencial transformador.
Hacia finales de esa década me hice cargo de “Didáctica de la Lengua y la
Literatura” y debía incluir el tema de la lectura en el programa de cátedra. Observando
programas elaborados por docentes de otras universidades, identifiqué dos libros que
aparecían con relativa frecuencia. Uno fue el compilado por María Emilia Ferreiro y
Margarita Gómez Palacio, Nuevas perspectivas sobre los procesos de lectura y
escritura (1982) 7 , con aportes de lingüistas, psicólogos, psicolingüistas y antropólogos.
Allí Kenneth Goodman 8 planteaba la lectura como un juego de adivinanzas
psicolingüístico, como un proceso donde el pensamiento y el lenguaje, el lector y el
texto y el lector y el autor estaban involucrados en continuas transacciones. Subrayaba
que el proceso de lectura es la búsqueda de significado, que se interpreta desde la
base de lo que se conoce del mundo y de la lengua y que el lector infiere y emplea
estrategias de predicción 9 . Otro autor, Courtney Cadzen 10 , planteaba la idea de que la
lectura además de un proceso cognitivo “es también un proceso social, que siempre
tiene lugar en contextos sociales y culturalmente organizados con fines sociales tanto
como personales” (207). Sus investigaciones sobre los modos de intervención de los
docentes en el aula, su ponderación de las interacciones docente-alumno y, en
particular, del programa KEEP aplicado por los maestros de niños hawaianos,
invitaban a pensar de otra manera esa instancia previa que aún no se llamaba etapa
de prelectura. Me refiero a la estrategia centrada en la “experiencia”, la entrada previa
al tema del texto mediante la recuperación de algo personal, vivido y evocado por el
alumno, algo que iba más allá del significado de las palabras o de la activación de
conocimientos previos, una estrategia exitosa para Cadzen en cuanto permitía una
intervención más protagónica del alumno y la creación de contextos internos y
externos favorables. Hablaba de experiencia invocando las vivencias previas del lector,
no la experiencia de la lectura.
El otro libro mencionado en ese momento fue Aprender a leer de Bruno Bettelheim y
Karen Zelan (1989) 11 . Desde el psicoanálisis y la psicología pedagógica, subrayaban la
importancia del historial familiar de los niños que aprendían a leer y el rol que juegan
los procesos inconscientes en la determinación de sus comportamientos ante el
7 FERREIRO, María Emilia y GÓMEZ PALACIO, Margarita ([1982] 1986). Nuevas perspectivas sobre los procesos de
lectura y escritura. Buenos Aires, Siglo XXI.
8 Ibid. En el artículo “El proceso de lectura: consideraciones a través de las lenguas y del desarrollo” (p.13-28).
9 Mucho después descubrí detrás de ese artículo la voz de Louise Rosenblatt con su teoría transaccional.
10 Ibid. En el artículo “La lengua escrita en contextos escolares” (p. 207-229).
11 Ed. Grijalbo, Méjico, 1989.
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