Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

En cuanto a la alusión de la Llorona, no solo queda identificada, sino reubicada mediante
un proceso de resignificación a través del cual se remitifica e incluso reestetiza esta
figura femenina legendaria, protagonista de la imaginería popular mexicana dentro de un
contexto deliberadamente contemporáneo.
Asimismo, desde un punto de vista formal, debemos advertir que la decisión de
traducir el nombre del arroyo (“WHC”) por medio de un sintagma nominal modificado
por un sintagma preposicional también tiene consecuencias en las prácticas de
escritura y de lectura. En efecto y tal como sanciona el relato, este arroyo es uno de
los pocos lugares nombrados a partir del nombre de una mujer, que no es la virgen ni
es virgen:
Pues, look how cute. I scared you two, right? Sorry. Should’ve warned you. Every time I
cross that bridge I do that. Because of the name, you know. Woman Hollering. Pues, I
holler. She said this in a Spanish pocked with English and laughed. Did you ever notice,
Felice continued, how nothing around here is named after a woman? Really. Unless she’s
the Virgin. I guess you’re only famous if you’re a virgin. She was laughing again.
(Cisneros, 1991: 55)
Pues, mira que cute. Los espanté a los dos, ¿right? Sorry. Les debí de haber dicho. Cada
vez que cruzo ese puente lo hago. Por el nombre, you know, Woman Hollering. La
Llorona. O la Gritona. Pues yo grito. Lo dijo en un español salpicado de inglés y se rió.
¿Te has fijado alguna vez, continuó Felice, en que nada por aquí tiene nombre de mujer?
Really. A menos que sea la Virgen. Me supongo que sólo eres famosa si eres una virgen.
Se estaba riendo otra vez. (Valenzuela, 1996: 61) 8
La versión en español de Valenzuela recorta solo uno de los sentidos que aparecen
evocados en el texto original, aquel que señala “Woman Hollering” como nombre que
especifica el origen y acaso el espacio de pertenencia del arroyo, dejando anulado el
sentido antes aludido —básicamente, la idea de que el arroyo lleva el nombre de una
mujer que, por otra parte, no es (la) virgen— cuestión que, como hemos apuntado, se
vuelve relevante para definir la identidad de la mujer en este relato, en particular, y en
la colección, en general, pues la denominación implica un desplazamiento que es
cultural y también lingüístico. De este modo, observamos que las prácticas de lectura
instituidas en los texto fuente y meta son muy diferentes. Asimismo, se advierte que la
versión en español propone una disyunción entre “la Llorona” y “la Gritona” que está
ausente en el texto fuente, pues a esta altura del relato, la decisión entre “llorar” y
“gritar” ya ha sido efectuada. Por último, es posible pensar otras reescrituras, como por
8 El subrayado es nuestro.
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