Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

en su provincia natal, se traslada a Mendoza para “documentar fotográficamente” el
desastre producido por el violento terremoto que deja a la ciudad en ruinas, con un
saldo de 10.000 víctimas. Posteriormente exhibe las fotografías en un café de Buenos
Aires, “El Republicano”, ante una numerosa concurrencia; sus trabajos son expuestos
luego en Montevideo, en Río de Janeiro, en Londrés y en París. A raíz de su trabajo
como documentalista en Mendoza, es invitado a acompañar al Ejército a la Campaña
de Pavón en ese mismo año 1861 y allí “realiza centenares retratos de los Jefes,
Oficiales y soldados de las Guardias Nacionales.” Juan Gómez señala que “en sus
presentaciones Aguiar mencionaba orgullosamente ‘su especialización en los Estados
Unidos, donde había conocido al propio Mathew Brady –magnífico documentista
fotográfico de la Guerra de la Secesión’” (Gómez: 60-61). También en 1861 Emil
Mangel du Masnil publica un álbum fotográfico de notabilidades argentinas y
uruguayas, bajo el título de Notoriedades del Plata: “este contenía un gran retrato de
cada uno de los incluidos y una biografía de su personalidad”. Entre otros retratados,
se incluye a Bartolomé Mitre, Marcos Sastre, Hilario Ascasubi, Marcos Paz, Dalmacio
Vélez Sarsfield, el General Gelly y Obes y otras personalidades de la época (Gómez:
65). Hacia 1865, iniciado el conflicto con la Guerra del Paraguay, la fotografía vuelve a
funcionar en tanto documento-testimonio y “a pedido del gobierno o por iniciativa
propia, muchos Estudios envían al frente a sus famosos ‘equipos volantes’”, según
señala Gómez (75). Asimismo, Tell afirma que hacia 1864 una publicación periódica
como la Revista Médico-quirúrgica incluye –como copias montadas artesanalmente en
sus páginas- “fotografías de los síntomas visibles causados por distintas
enfermedades”; mientras otra publicación como la Revista de Policía, hacia 1871,
incluye con el mismo sistema de montaje artesanal “fotografías de criminales
realizadas por Antonio Pozzo” (Tell, 2009: 141-142). En 1885, la Campaña del Gran
Chaco de Benjamín Victorica incluye, aunque solo en algunos ejemplares, 22
fotografías que intentan documentar la expedición (Tell: 141). En 1880 Estanislao S.
Zeballos contrata la cámara fotográfica y el laboratorio portátil de Arturo Mathile, para
documentar su reconocimiento de los territorios del sur: una de sus imágenes termina
acompañando la publicación de su Viaje al País de los Araucanos (1880) (Penhos: 22).
En 1876, por último, Christiano Junior publica su álbum de fotografías Vistas y
costumbres de la República Argentina – Provincia de Buenos Aires, compuesto por 12
fotografías, en cuyo prólogo enuncia un programa de documentalismo casi utópico: “Mi
plan es vasto y cuando esté completo, la República Argentina no tendrá una piedra, ni
un árbol histórico desde el Atlántico a los Andes que no se haya sometido al foco
verificador de la cámara oscura…” (Gómez: 91).
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