Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

asadas en el misticismo de los dirigentes y el sometimiento de las masas son los tres
ejes sobre los que se construye el sentido del hipertexto.
Si bien las intervenciones verbales son escasas, estas mantienen una absoluta
fidelidad con el hipotexto, rasgo que apunta al nivel de la diégesis y que les imprime
dinamismo a las escenas. Sin embargo, los diálogos preservados reproducen el lecto
popular plagado de vulgarismos e insultos que se profiere “la chusma”; el lecto culto y
formal se encuentra encerrado en los cartuchos, en la voz del narrador testigo. Este
doble discurso distancia aún más la figura del narrador y provoca un “efecto de
objetividad”, como si se tratara de un cronista cuya función es plasmar los hechos sin
marcas de subjetividad. Sin embargo, no solo es un cronista, sino también un reportero
gráfico cuya subjetividad está presente en el manejo de la “cámara”. Dicho de otro
modo, en las tomas de las imágenes, en las decisiones respecto de qué mostrar y
desde dónde hacerlo, en la distribución de los planos en cada viñeta, en los efectos de
barrido, de travelling, en los acercamientos y alejamientos, el sujeto se expresa en
toda su dimensión. Es a partir de la percepción de estas tomas subjetivas que el lector
construye el sentido.
La hambruna demostrada en el matadero y la persecución del toro con la
consecuente muerte del niño, la caída del gringo y la matanza del animal le parecen
suficientes a Sanyú para expresar el destino de muerte de nuestro país y establecer su
causalidad: la falta de un proyecto de nación. No necesitó contar el episodio de la
muerte del unitario -que para Echeverría era fundamental- para plasmar la
problemática nacional que condiciona nuestra posibilidad de consolidarnos como una
nación libre e independiente, desde nuestros orígenes. Tampoco creyó necesaria la
larga descripción del matadero, ni el final ideológico (ensayístico-didáctico) tan
polémico del texto original. Los núcleos fundantes seleccionados le parecen suficientes
para plantear que la división nacional, el “sálvese quien pueda”, la polarización de la
sociedad en microsociedades con distintos códigos, intereses y prioridades han
determinado y siguen determinando este “destino trágico”.
Sin embargo, también se habilitan otras lecturas. En un texto canónico como este
en el que se sabe que lo que sigue es la tortura y muerte del unitario, la elisión habla
por sí misma. ¿Para qué decir lo que falta? ¿Es casual que lo que no se dice se
vincule con una tortura por diferencias ideológicas? Se abre así otra perspectiva muy
interesante para trabajar con los alumnos los contextos de producción y de circulación
del hipertexto.
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