Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

Jerarquía conceptual y los tres momentos de la lectura
Desde nuestro marco teórico/metodológico, diseñamos actividades que contemplan
tres etapas o momentos en el proceso de lectura: actividades de anticipación (abordaje
global y elaboración de hipótesis), actividades de verificación (lectura exhaustiva) y por
último de internalización (reformulación o elaboración del texto paralelo).
Para nuestro modelo de lectura, la jerarquización conceptual constituye uno de sus
ejes fundamentales y cruza los tres momentos o etapas de la lectura. Según esta
jerarquización, aquellos núcleos semánticos de primer orden conceptual, muchas
veces de un nivel de abstracción más alto, son detectados, focalizados e
interconectados tanto desde la primera aproximación global al texto como en la última
instancia de reformulación. Por otra parte, aquellos núcleos semánticos de segundo y
tercer orden (material de soporte o apoyo constituido por ejemplos, comparaciones,
etc.), recibe un tratamiento como tal y su inclusión en las actividades de internalización
- reformulación es relativa.
A continuación detallamos aspectos del tercer momento de lectura que es el de
mayor interés en este trabajo.
El momento de la internalización y reformulación
Según Hirschmann (1999), “el lector que conceptualiza, que capta la
macroestructura del texto, conoce la superestructura, reconoce los nudos temáticos
durante el proceso de lectura y los va incorporando a su red de conocimientos, está
construyendo su propio texto” (p.17). La etapa de internalización y reformulación es
aquella en la cual los conceptos nuevos se articulan con los conceptos ya adquiridos y
se extiende la red de conocimientos. Hirschmann (1999) destaca que las
reformulaciones de textos no son únicas pues un texto se comprende más en una
segunda lectura, en una tercera y aún más cuando transcurren tiempos entre los
episodios de lectura.
Idea central, principal u oración síntesis: ¿por qué redactar ideas principales y en
una sola oración como actividad de reformulación o reconstrucción del texto?
Hirschmann (1999) lo explica de este modo:
[…] exige la selección de los conceptos esenciales y la redacción de una oración
compleja que reúna de manera lógica la idea que el lector abstrajo. En el caso de
textos académicos la idea principal puede tener muchas reformulaciones pero los
conceptos principales y los subconceptos son únicos. Quien lea esa idea
principal, redactada en una sola oración, sabrá de qué se trata el texto y será la
invitación o el rechazo a la lectura del mismo. (p.18)
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