Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

metodología que permite articular cuestiones teóricas con prácticas escriturales se
ordena en dos líneas y modos de trabajo:
Los alumnos leen como escritores mediante la observación, el análisis de textos
académicos y la realización de informes académicos.
Los alumnos escriben para lectores mediante la gestión, planificación y producción
de un proyecto de escritura personal.
De este modo, los estudiantes operan como lectores de textos académicos, pero
“poniéndose en el lugar del autor” para observar cómo se compone el texto. Asimismo,
toman la palabra y se convierten en escritores ya que elaboran informes académicos,
producto del análisis de la información de los textos fuente, vinculados a la carrera a
que pertenecen. Los mismos sirven como anclaje temático e introducción a los modos
de organización de contenidos en el ámbito de conocimiento disciplinar, pero también
como aprendizaje del léxico específico y del uso un lenguaje particular propio de cada
cultura discursiva como lo son por ejemplo, las matemáticas, la historia, o la geografía,
entre otras disciplinas.
Partimos del presupuesto teórico de que la escritura se instituye como un proceso
sinóptico de la experiencia ya que materializa el conocimiento de la lengua y la
gramática es un saber puesto en relación con hechos de lenguaje, que funciona como
soporte organizador de la textura escrituraria.
Asumir el rol de escritor, le permite a los estudiantes identificar las particularidades
discursivas de la comunidad académica a la que pertenecen y aplicarlas en forma
nueva y adecuada en otras situaciones. Dicha práctica posibilita objetivar, tomar
distancia tanto del texto que leen, como del que producen, en palabras de Falchini
(2006), a crear operatorias que les permiten armar su propia tecnología interna que
funcione como medio para pensar los textos. Y, en concordancia con lo que sostiene
Carlino (2005), esta actividad forma parte de la alfabetización académica porque
refiere a actividades de lenguaje y pensamiento propias del ámbito de educación
superior, pero también implica el proceso por el cual se llega a pertenecer a una
comunidad científica.
La inmersión en contextos específicos de lectura permite por un lado, la reflexión
sobre el contexto de producción, i.e. campo, modo y tenor discursivo y por otro, el
reconocimiento de discursos en el marco de un género, i.e., como constructo social,
producto de una actividad comunicativa particular a la que le corresponden -además
del léxico especializado, el formato textual y el estilo propio-, ciertas marcas
lingüísticas genéricas particulares.
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