Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

de las veces simplemente los nombres de pila, o la denominación grupal. El eje
identificador era primordialmente esa filiación colectiva.
En tal sentido, puede percibirse una progresión temporal hacia el nombre: de
las primeras manifestaciones en esa proximidad a la anonimia, se llega a los
nombres completos; este proceso es paralelo a una progresiva publicidad de
las acciones artísticas, particularmente las pintadas, que en el inicio se
esbozaron como semiclandestinas y se realizaban en horarios nocturnos, para
gradualmente plantearse como presentación pública en horarios diurnos y con
convocatorias amplias, constituyendo la producción algo próximo al
espectáculo, en el que el transeúnte no solo podía leer, sino también ver,
observar una realización que interviene en el espacio urbano.
La frágil distancia que hay entre un poema escrito en la pared firmado con un
seudónimo o el nombre de pila y la anonimia o el nombre de fantasía de un graffiti
hacen también a sus condiciones de recepción: así, el texto podrá ser leído como
simple ornamento, a la espera de una resolución humorística al modo del graffiti, o
como hecho artístico, entre muchas otras posibilidades. 11
Esos modos de disolver o atenuar la identificación individual 12 , pueden considerarse
un gesto núbil pero también político, porque en ese soporte el género se vuelve
instancia igualatoria, en sintonía con la consigna de Lautréamont pintada en 1987 por
el mateísmo: “la poesía debe ser hecha por todos” 13 .
Por otro lado, el poeta incorpora nuevas preocupaciones en la selección de sus
materiales: se vuelve necesario trabajar en pocas líneas, conformar poemas breves o
determinar fragmentos o suerte de escorzos que se constituyan en unidades de
sentido en el recorte, tanto en textos propios como en los pasajes de autores
consagrados que se publicitan. En buena medida los límites y las posibilidades del
verso están condicionados por el portador de texto y la ubicación pública, y en tal
sentido, como unidad textual, el verso entra en una zona crítica, porque la disposición,
el tamaño del soporte, pueden restringir su disposición tradicional o incidir en ella.
11 En La mineta, una publicación de la Capital Federal de características similares a los Matefleto del grupo bahiense,
se da una situación semejante en el plano de la autoría, ya que los nombres de los escritores conviven con las iniciales,
los apócopes o los nombres de pila.
12 Con firmas que, además del apellido, eluden las mayúsculas como fabián, marcelo o el loco del pomo.
13 Como sucede en esta cita, puede afirmarse que la selección de fragmentos y citas ajenos que componen los
conjuntos conformados por los mateístas (en los matefletos, en la revista Cuernopanza, en los murales callejeros)
tienen un carácter programático.
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