Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

El año 1951 marca un antes y un después en la historia de las relaciones
institucionales entre la RAE y las academias de la lengua española. Durante aquel año
se realiza en México, por iniciativa del presidente Miguel Alemán, el I Congreso de
Academias de la Lengua Española (I CALE). A su vez, este acontecimiento político-
lingüístico da origen a otro: la creación de la Asociación de Academias de la Lengua
Española (AALE). A partir de este momento, las academias acuerdan formar parte de
una entidad que las agrupe y que provea un marco adecuado para el trabajo conjunto.
En esta comunicación, que forma parte de una investigación que tiene como objetivos
analizar las orientaciones glotopolíticas en torno a la cuestión del español y estudiar la
relación entre los discursos sobre la lengua y la construcción de imaginarios
identitarios en los congresos de la lengua española, nos proponemos indagar dos
acontecimientos político-lingüísticos que repercutieron en el funcionamiento
institucional y en las posiciones de autoría de la RAE y de las restantes academias: la
creación de la AALE (1951) y la publicación del documento que expone los postulados
de la llamada Nueva Política Lingüística Panhispánica (NPLP) (2004).
El trabajo se ubica en el campo disciplinario de la Glotopolítica (Arnoux 2008,
Arnoux y del Valle 2010) ya que esta perspectiva se interesa por las intervenciones en
el lenguaje atendiendo a su relación con los procesos socio-históricos de los que
participan. Dado que trabajamos con materiales de archivo apelamos a herramientas
metodológicas del Análisis del Discurso (Arnoux 2006). El análisis aborda un corpus
conformado por algunos documentos institucionales y prólogos de instrumentos
lingüísticos.
El papel de las academias en la Asociación de Academias de la Lengua
Española
La creación de la AALE parece indicar el comienzo de una nueva etapa para estas
instituciones a partir del trabajo coordinado y equitativo de todas las academias que
hasta ese entonces –simplemente– asistían a la RAE en la elaboración de
instrumentos lingüísticos destinados a todo el ámbito hispánico. Sin embargo, la
producción de obras colectivas recién se hará palpable medio siglo más tarde, en
1999, año en que se publica la nueva Ortografía de la Lengua Española bajo la firma
de todas las academias. A partir de ese momento la visibilización de la autoría
conjunta irá aumentando cada vez más. No obstante, presumimos que tal estructura se
asienta más en operaciones discursivas que en hechos concretos. De ahí que
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