Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

Indudablemente, los signos de puntuación sirven para proveer información parcial
acerca del rol de las interpretaciones de las construcciones lingüísticas relativas a un
dominio estructurado que podría caracterizarse como modelo, situación o conjunto de
mundo –esquemas predicacionales que sustentan la textura. Cumplen, en realidad,
dos macrofunciones: clasifican construcciones de acuerdo con el tipo de elementos
que alcanzan, e indican ciertos vínculos jerárquicos entre dichas construcciones –
contribuyen con la coherencia relacional- impactando, de este modo, sobre las otras
coherencias –temática, referencial y temporal.
En el caso particular de los “textos académicos”, la puntuación poseerá un
comportamiento peculiar, asociado con las particularidades textuales y genéricas que
los definen. Siguiendo la línea de algunos autores (Cucatto, A., 2007, 2008, 2009a;
Bolívar, 1998, 2004; Clyne, 1987; Swales, 1990; Fortanet et al., 1998; Hyland, 2000;
Geisler, 1994; MacDonald, 1994) diremos que los textos académicos son documentos
públicos con circunstancias específicas de producción y recepción, una de ellas, por
ejemplo, es que la reproducción y diseminación del texto/discurso está limitada a un
solo lector que asume, en la mayoría de los casos, un rol superior al del escritor. Se
produce, entonces, un contexto comunicativo básicamente “asimétrico”. Respecto del
género “examen”, en particular, presentaremos ahora algunas de sus características
textuales/discursivas más relevantes:
• Posee una falsa pregunta y una respuesta pretendidamente verdadera: esto
se vincula con la situación de asimetría interlocutiva, dado que el lector es
experto o adquiere un rol de experto; y el escritor debe saber o,
fundamentalmente, mostrar y demostrar que sabe ante el experto. Y existe
un marco institucional que legitima ambos roles.
• El saber se produce por la mediación de otros textos: el examen consta de
un texto objeto –textos de estudio o textos/fuente-, un texto sujeto –texto
producido por los alumnos- y un metatexto –texto de la pregunta del
examen.
• Se exige un lenguaje objetivo, claro, directo y correcto.
• Posee un formato esperable –orden, extensión, vocabulario técnico.
• El examen escrito forma parte de la cultura académica; se trata de una
práctica en la que no parece aceptarse la innovación ni la libre expresión de
ideas, libre expresión en un doble sentido –de expresar aquello que se
quiere y cómo se quiere-, en virtud de que existe un control temático y
referencial y, en ocasiones, relacional.
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