Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

tienen conciencia de disponer de él (Moyano, 2009). Sin embargo, ya sea en un
encuentro, a lo largo del semestre de clase o los subsiguientes, según lo registrado en
las diferentes experiencias, son capaces de describir el género en cuestión en diálogo
con el par entrevistador, sobre todo si este es capaz de hacer las preguntas
pertinentes, de orientarlo acerca del tipo de información que resulta relevante a los
fines que se persigue. El analista del discurso tiene que saber qué tipo de preguntas
hacer y qué respuesta puede ser adecuada.
Se ha observado también, tanto en la experiencia del Programa como a través de la
literatura revisada (Carlino2005, 2006; UNLu, 2001), que no está todavía
completamente instalado el trabajo con la escritura en las aulas universitarias en la
Argentina. Menos frecuente aun parece el trabajo con géneros profesionales, al menos
de manera explícita, haciendo salvedad del proceso de instalación que se está dando
de este tipo de prácticas. Esto implica que muchas veces la opción es por el planteo de
escasas actividades de escritura o por la escritura de géneros universitarios o
académicos. Esto ha hecho necesario proponer que la entrevista en el marco de la
negociación entre pares (al menos en nuestro contexto educativo) sea solo un
comienzo. No siempre basta con entrevistar a un solo sujeto experto para lograr una
buena caracterización del género; será necesario extender la investigación etnográfica
a actores con mucha experiencia en el campo profesional, tarea en la que tal vez el
mismo profesor u otros actores institucionales puedan colaborar, por ejemplo,
proveyendo formas de contacto con el ámbito profesional en cuestión.
En el proceso descripto se observan, entonces, momentos en los que prima la
perspectiva del investigador y otros en los que es el entrevistado experto el que
impone su visión. La perspectiva del investigador debe estar orientada por las teorías
de géneros, lengua y discurso. También tendrá una función en esta mirada el
relevamiento de información que haya podido hacer sobre el contexto de la carrera y la
materia en que tenga que trabajar. Esta perspectiva debe ser ordenada por los
parámetros considerados relevantes para la descripción de un género y estar guiada
por comportamientos interpersonales colaborativos. La perspectiva del experto, en
cambio, será interna, con otro tipo de ordenamiento, orientado por las
representaciones sobre la profesión, la docencia, la escritura y los estudiantes que
haya construido a partir de la experiencia y de sus creencias, no a una lógica
establecida por la teoría. Ambas perspectivas son necesarias para el objetivo
perseguido.
4.2. Caracterización discursiva de los géneros
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