Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

convencionalizadas y sometidas a prácticas uniformes. Puede decirse que
existe, en un sentido lato, un sistema de escritura y una forma de puntuar
cuando, en cada performance individual, como la de los alumnos
universitarios, los sujetos reutilizan el sistema, empleándolo o no de modo
correcto y adecuado.
La fragmentación de los textos/discursos provocados por la puntuación va
de la mano de un cambio en los hábitos de lectura y escritura. La puntuación
ayuda a que la escritura logre entrañar la visualización de formas gráficas en
una superficie que permita componer los textos/discursos. La creación del
espacio gráfico produce dentro de un texto una distinción entre: a) una
configuración o sintagmática externa –relación entre las formas escritas y
los ítems o hechos del espacio exterior; o sea, el espacio físico dentro del
cual está situado el “espacio gráfico”-; y b) una configuración o sintagmática
interna –disposición de las formas escritas vinculadas entre sí y con otras
formas dentro del propio espacio gráfico.
Los valores relativos de los signos de puntuación están determinados por
rasgos como la proximidad, la alineación, el tamaño, la inclinación o el
sesgo, la superposición, la combinación o la inclusión, y estos rasgos, por su
parte, constituyen categorías apropiadas para analizar e interpretar tanto
aspectos referidos a la selección cuanto al uso del sistema en su totalidad.
En estos signos confluyen tres aspectos básicos: conforman unidades
semántico-pragmáticas de organización de la información; estas unidades
tienen un aspecto perceptual –visual- y están estrechamente ligadas con la
memoria –memoria “literal” que incluye también otras memorias y otros
estados mentales.
La forma de puntuar se puede explicar a partir de motivaciones pragmático-
funcionales vinculadas con cuestiones relativas a: la situación de examen, la
situación de los alumnos ante la complejidad que supone la gramática de la
lengua materna, la situación ante un campo de conocimiento que se juzga
como denso conceptualmente y como verbalmente complejo. Tales
motivaciones pragmático-funcionales informan acerca de complejos
procesos de conceptualización de base fuertemente icónica, relacionados
con estrategias de espacialización -el esfuerzo que supone el hecho de
seleccionar, colocar y temporalizar sobre la página los conceptos que los
alumnos deben comunicar- y experiencias perceptuales –con la injerencia
de estrategias sustentadas en una fuerte alfabetización visual e informática
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