Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

-el hecho de que siempre nace en una situación de crisis social: experiencia bien
conocida en nuestro país,
-la presencia de un líder carismático fuerte o que pretende serlo,
-la carencia de un programa político propiamente dicho: la concreción de un plan
que promete romper con las prácticas del pasado, terminar con la corrupción y
devolver su poder al pueblo.
Justamente, esta última idea aparece en el cierre del discurso del 24 de mayo bajo
la forma de agradecimiento: “…en estos dos días la gente se volcó con alegría a las
calles a homenajear a su país, a su patria que es , en definitiva, homenajearse a ellos
mismos”. “Por eso, gracias argentinos, este Bicentenario lo están construyendo
ustedes, es de ustedes, para ustedes y por ustedes.” La misma sustancia, con forma
de convocatoria, reaparece en el discurso del 25: “Por eso, quiero convocar con mucha
humildad, con absoluta humildad a todos mis compatriotas, no solamente a compartir
un día que es el del Bicentenario, sino a compartir los 365 días del año en el esfuerzo
de construir una nación para todos.” El líder que se presenta como carismático desde
su discurso de carácter populista se esfuerza por marcar su intención de devolver al
pueblo el poder conferido por delegación electoral y brindar todas las posibilidades
para tal propósito.
2) Adscribir al populismo no significa desconocer a los clásicos
Desde el punto de vista estructural el discurso del Correo(C ) y el de la Galería (G)
conservan similares formatos: siguen el modelo aristotélico de exordio o introducción
para buscar la impresión favorable del público; narratio donde se exponen los asuntos
a tratar; argumentatio, el lugar de la opinión, para dar cabida, también a la refutatio o
rechazo de los argumentos del oponente, y conclusión o exhortación final.
En ambos, inicia Cristina Fernández sus alocuciones individualizando a las
personalidades políticas presentes; pero, durante la apertura de la Galería detalla el
espacio comunicacional: “académicos”, “intelectuales”, “Madres”, “Abuelas”,
“organizaciones de Derechos Humanos”, “trabajadores”, “empresarios”. En el exordio,
emplea la Presidenta la primera persona “Yo todavía era senadora” (C), “creí” (G), y a
partir de aquí los discursos marcan el dominio de la primera persona de plural, a fin de
alcanzar proximidad enunciativa: “estaríamos”, “Acabamos.”
La mostración del amor a la patria, en los dos textos citados, se sostiene en las
dicotomías pasado/presente; festejo para pocos/ fiesta de todos; Europa/
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