Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

i. Introducción
En la Argentina, la concepción de la gramática se ha regido en general por una
visión normativa: el acento se pone en cómo debería ser la lengua y no en lo que
efectivamente es. Tal vez a causa de la adopción de modelos lingüísticos idealizados
es que las herramientas de la gramática no se han utilizado para describir y explicar en
forma sistemática los fenómenos propios de las variedades de nuestro país, una
situación que se repite en otros países hispanoamericanos.
En este trabajo me voy a referir a una rara avis dentro del panorama gramatical
argentino: el libro de Berta Vidal de Battini, El español de la Argentina, de 1964. Ese
libro, una de las pocas descripciones integrales de la gramática de las distintas
variedades del español de la Argentina, tenía el objetivo explícito de hacer llegar a los
maestros de todo el país una serie de recomendaciones de corrección que apuntale la
homogeneización lingüística, a la que considera meta principal de la escolarización.
En esta exposición me propongo no solo revisar algunos fenómenos relevantes
reunidos por Vidal de Battini que atañen a la fonología y la morfosintaxis de las
variedades argentinas del español, sino también relevar las tensiones, oscilaciones y
contradicciones de su discurso en relación con su descripción de los datos. Espero que
ese recorrido nos permita, a su vez, reconstruir (o deconstruir) ciertas líneas
ideológicas que moldean su concepción de la norma que debería subyacer a la lengua
nacional, una ideología que a lo largo de las décadas ha seguido impregnando la
concepción de la lengua (y de la gramática) en la enseñanza.
ii. El español de la Argentina: gramática
Van, primero, algunos apuntes sobre la autora de El español de la Argentina. Berta
Vidal de Battini (1900–1984), nacida y criada hasta su adolescencia en la zona rural de
San Luis, estudió Letras en la Universidad de Buenos Aires y formó parte de los
equipos de investigación creados por Amado Alonso, durante su largo período como
director del Instituto de Filología de esa universidad (1927–1946). En su juventud,
Battini había escrito varios libros de poesía, todos centrados en el paisaje de su
provincia: Alas (1924), Agua serrana (1931), Tierra puntana (1937) y Campo y soledad
(1937); se la reconoce, de hecho, como una de las primeras poetisas de San Luis. A
partir de la década de 1930, el amor por su región natal la llevó a la investigación del
habla y las formas narrativas populares: de 1931 data el más antiguo de los relatos
incluidos en los 10 tomos de los Cuentos y leyendas populares de la Argentina
(publicados en Ediciones Culturales Argentinas, 1980-1994), testimoniando más de
1092