Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

varias dimensiones relacionadas con el lenguaje, y que permiten, no solo apropiarse
de la literatura, enamorarse, sino dar cuenta de una aprehensión de la misma desde la
totalidad, es decir, sin la escisión del sujeto, concretamente las experiencias
significativas han girado alrededor de los siguientes ejes:
1. Las lecturas dramáticas como un espacio para aprehender la literatura
desde la corporeidad, pues allí, los estudiantes viven la literatura, uno de los
géneros, desde el cuerpo, la emoción, el espacio, el sentimiento, la voz, la
interpretación, la kinesis, las proxemias, el trabajo en equipo, entre otros
valores que desarrollaremos más adelante. Es así como a lo largo de estos
tres años hemos llevado a escena, bajo la modalidad de lectura dramática
las siguientes obras: Los autos sacramentales, La Celestina, La vida es
sueño, Los amores de don Perlimplin con Belisa en su Jardín, Bodas de
Sangre.
2. La creación literaria como un espacio para aprehender la literatura desde el
lenguaje mismo. Las clases están mediadas por ejercicios creativos, en los
cuales los estudiantes pueden evidenciar una estructura, una categoría, una
forma composicional, y se enfrentan al reto de la escritura creativa. De esta
forma el espacio académico se convierte en un lugar para la creación, pero
también para la comunicación, pues los jóvenes leen en público sus
creaciones, se ganan aplausos de sus compañeros, reciben críticas del
maestro y amigos, se comprometen con su aprendizaje. Mi premisa frente a
este trabajo ha sido muy simple, nada se aprende reamente hasta que no
pasa por la experiencia. La experiencia más significativa sucedió este año,
con la electiva de literatura infantil en la cual los estudiantes crearon sus
propios textos y luego, además, los adaptaron al teatro, y así nació el
montaje: El hombre que aprendió a robar cuentos.
3. La literatura vista desde enfoques críticos, el espacio está pensado para que
cada texto literario que se lee esté anclado a una mirada crítica, así sea
desde una escuela o enfoque, o simplemente porque se desea evidenciar
una corriente estética, etc. Así resulta que es este espacio, más bien se lee
poco, pero se intenta hacerlo con profundidad. Par eso usamos algo que yo
llamo “textos lupa”, a veces de críticos reconocidos, otras veces, crítica
paralela, o escritos de los propios escritores. Estos textos lupas,
generalmente no superan las dos páginas, y luego los estudiantes deben
enfrentar la obra y ser capaces de dar cuenta, cómo, por qué se da dentro
de la obra. El mejor ejercicio logrado con esta forma de trabajo ha sido el
1632