Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

Cine y Educación
Durante gran parte del Siglo XX se consideró al cine como entretenimiento, y con él
sólo se asistía y se propiciaba la visión de consumo, pues se creía que la rapidez con
que se suceden las imágenes impedía toda posibilidad de reflexión.
María Silvia Serra 8 afirma que hasta la década del ’50 la crítica del cine de ficción
funcionó como una condena que lo dejó fuera del escenario escolar. Posteriormente,
su ingreso a la escuela se sostiene a partir de la idea de ejercer una valoración sobre
el propio objeto cine (de ficción) que además, incorpora la formulación de un sujeto
autorreflexivo y capaz de desplegar pensamiento crítico sobre el mundo que lo rodea.
Se empieza así, a analizar el cine como fenómeno cultural. Términos como “cine club”,
“cine-debate”, “cine en clave política”, configuran prácticas que comparten un abordaje
crítico y analítico del cine, e incorporan formas de mirar “educadas” 9 .
Es así que el espectador deja de ser considerado un mero decodificador, y pasa a
ser un interlocutor (visión avalada por la semiótica textual). Este cambio de perspectiva
supuso un nuevo sujeto “competente”, que lee la pantalla no como una combinación
ordenada y cerrada de elementos sino como un organismo vivo sometido a las
influencias del ambiente. María José Rossi en El cine como texto, sostiene que al
ubicar el signo icónico en el contexto preciso de la narración cinematográfica, los
objetos comienzan a hablar, dicen algo. De este modo la imagen se convierte en
enunciado de sí, y se hace texto (Rossi, 2007:49). En todo acto de comprensión
debemos realizar una operación de apropiación. Si entender es ir hacia, comprender
es traer la cosa hacia sí mismo. Por eso el espectador no entra en la sala de cine
desarmado sino sabiendo que debe contribuir con la reconstrucción de lo que aparece
en la pantalla: concreta indicios dispersos, construye un marco para los datos que le
permita aclarar su verdadero valor. (Pérez Bowie, 2008, p.173).
En definitiva, la actividad interpretativa resulta un proceso de inferencias en el que
los textos cinematográficos se convierten en oportunidades de percepción, cognición y
emoción. Promoverla y ejercitarla incentiva la capacidad de inferir, de enlazar datos, de
elaborar conclusiones a partir de marcas, huellas, indicaciones y guiños. Organizar
esos datos en patrones significativos y llegar a una interpretación es producir sentido o
elaborar una idea (Rossi: 2007, p.58).
8 Serra, María Silvia (2008). “Usos del cine en el escenario pedagógico: pensar, debatir, criticar”. FLACSO, Diplomatura
en Educación, Imágenes y Medios, Clase 27, jueves 27 de noviembre..
9 Dussel, Inés (2006). “Educar la mirada. Reflexiones sobre una experiencia de producción audiovisual y de formación
docente”, en Educar la mirada. Políticas y pedagogías de la imagen. 1ª. Ed. Buenos Aires: Manantial: Flacso, OSDE,
pp.277-293.
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