Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

3. Marco teórico
La teoría de género, registro y discurso desarrollada por Martin (1992) en el marco
de la lingüística sistémico-funcional asume una definición casi idéntica a la de Bajtin
(1995) para el concepto de género. Esta definición resulta un poco más amplia pero de
similar tenor que la asumida inicialmente por Bazerman (1988), quien entendía que
solo aquellas actividades sociales que respondieran a un problema retórico podían ser
consideradas género, pero que en formulaciones posteriores (1997; 1998) parece
acercarse más a las antes mencionadas (Cf. Swales, 2004; 2009).
Para Martin (1985, 1992), los géneros son actividades, procesos sociales que
ponen en relación a miembros de una cultura en un contexto de situación específico,
con el fin de lograr una meta o propósito reconocido. Así, como lo ha señalado Bajtin,
en cada esfera de la cultura se crean géneros cuyos miembros aprenden a reconocer y
actuar (marcos para la acción social, para Bazerman, 1997). En los textos –entendidos
como unidades reales, materiales, a través de las que los hablantes negocian
significados en un contexto dado 4 -, los géneros se manifiestan como estructura
organizada en pasos y se realizan, se encodifican, como configuración particular de
significados mediante la selección de recursos discursivos. Esta selección dependerá
de la actividad en cuestión, el campo o contenido temático, las relaciones entre los
participantes y el modo de la comunicación, es decir, si el texto se realiza en forma oral
o escrita 5 . En este sentido, esta definición permite avanzar en la explicación de las
relaciones entre los textos (o enunciados) y el género como contexto de cultura (Motta-
Roth, 2009).
La LSF define la lengua como recurso semiótico social que los hablantes utilizan
para llevar a cabo sus propósitos mediante la construcción de significados en contexto.
Desde una perspectiva socio-semántica, Halliday (1982) define el contexto como un
sistema semiótico de mayor abstracción que la lengua, con la que establece una
relación solidaria de mutua determinación probabilística. La lengua es metáfora de la
realidad social y viceversa; la lengua realiza el contexto de manera total o parcial; es el
plano de expresión del contexto, mientras que este puede interpretarse como el plano
4 Es interesante señalar que en su trabajo sobre géneros discursivos, Bajtín toma la misma unidad de análisis -
denominada “enunciado” en la traducción al español (1995) o “utterance” en la traducción al inglés (1986)- entendida
como unidad individual y concreta que actualiza o realiza la lengua en un contexto específico. Esta misma unidad es la
que denomina “texto” en su artículo “El problema del texto en la Lingüística, la Filosofía y otras ciencias” (1995). Martin
reconoce la coincidencia entre ambas teorías tanto para el concepto de “texto” como para el de “género” e, incluso,
para el de “lengua” como recurso semiótico (Martin, 1992; Halliday y Martin, 1993).
5 No solo el canal utilizado es el que orienta las selecciones de modo, sino también el campo de la interacción y el
tenor, este último particularmente en soportes electrónicos. Hay textos orales que asumen las características descriptas
por Halliday (1989) para el texto escrito, como en conferencias e intercambios orales del ámbito profesional,
fuertemente regulados, y otros escritos que reconocen usos de la oralidad, como ocurre, por ejemplo, con los
intercambios familiares por correo electrónico o chat.
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