Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

posiciones de autoría de la RAE y de las academias de la lengua en lo que concierne a
la producción de instrumentos lingüísticos. Sin embargo, creemos que esta
transformación opera fundamentalmente en un plano discursivo.
El análisis realizado da cuenta de una operación discursiva que intenta instaurar
una imagen de igualdad, de equilibrio en las funciones de las instituciones académicas
en lo que concierne a la producción de instrumentos lingüísticos y, en términos
generales, a su condición de agentes estandarizadores en el ámbito hispánico, pero
que, sin embargo, exhibe una centralización en la toma de decisiones que pone de
relieve la persistencia de la asimetría que marcó históricamente las relaciones entre la
institución española y las academias. 12
12 En este sentido, J. Del Valle (2007) plantea que la promoción de una suerte de esfera pública de la lengua, es decir,
de un supuesto espacio democrático en el cual la comunidad panhispánica converge para tomar decisiones en torno al
futuro de la lengua, constituye la principal estrategia que impulsa la RAE para borrar su carácter de grupo con intereses
socialmente localizados, esto es, su condición de comunidad discursiva. En esta dirección, D. Lauria y M. López García
(2009) analizan detalladamente la Nueva Política Lingüística Panhispánica a partir del abordaje de los discursos que la
Academia produjo en los últimos años y del contraste con sus instrumentos normativos. Del análisis de artículos
concretos del Diccionario Panhispánico de Dudas las autoras extraen algunas conclusiones: en primer lugar, las
variedades del español se reducen a dos, la peninsular (representada por Castilla) y la atlántica (formada por
Hispanoamérica en su totalidad y las islas Canarias), con lo cual no se identifica la real diversidad lingüística del mundo
hispánico. En segundo término, la norma estándar o panhispánica del español se corresponde en la mayoría de los
casos con el modelo peninsular; así, las entradas parecen responder menos a los lineamientos de la nueva política
lingüística panhispánica que a los ideologemas clásicos de la RAE pretendidamente trascendidos.
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