Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

Ingresar al círculo
Ingresar al aula fue un desafío para los investigadores jóvenes. Implicó regresar a
un espacio conocido __la materia que habían cursado dos años atrás__ desde un
estatus diferente: ya no eran alumnos). Les exigió también hacer frente y sortear el
recelo inicial por parte del alumnado observado ante la presencia de personas ajenas
al grupo que grabaran o tomaran nota de lo que decían. Los siguientes registros dan
cuenta del proceso que demandó la tarea de aceptación por parte del grupo: de verlos
como “bichos raros”, como pares pero al mismo tiempo como diferentes, hasta,
finalmente, ser integrados:
Un espacio conocido y a la vez desconocido. Un lugar donde hace tres años
arrancó todo esto. Y me es desconocido por el grupo. Por esos chicos que
supongo que me mirarán como bicho raro, cosa que no me inquieta tanto, y
espero que no sea algo que interfiera en mi registro. (Julián)
Recuerdo haberme sentido muy observada. Sobre todo por los alumnos varones
sentados en el fondo, quienes parecían verme como a una especie de espía o
algo así. Me pregunté cómo hubiera mirado yo a algún alumno investigador si
viene a “observarme” y entonces contesté varias de mis preguntas. Alcira me
presentó y yo hablé un poco de mi y de cómo voy en la carrera. Ahí la situación
pareció aflojarse y algo de saber que soy como ellos, que soy un par, nos
puso en otro lugar, aunque aún forzado. (Natalia)
Yo esperaba una conversación distendida, pero ellos guardaron un silencio
expectante, al parecer me tomaron como una especie de autoridad, yo no me
identificaba con esa figura. La primera en hablar fue Pilar.
__¿Vas a grabar todo lo que digamos?; ¿Va a quedar todo grabado? (Pablo)
Escucho mientras leen el cuento, me miran, no saben bien qué hacer, toman la
decisión implícita pero unánime de tomarme como un observador molesto e
inevitable. (Pablo)
A diferencia de la vez anterior hoy nos colocamos en semicírculo. Los chicos nos
armaron una bienvenida en el pizarrón: “¡Bienvenidos oyentes! La Profe y sus
cronopios”. [Esto nos pone muy felices y poco a poco vamos notando que los
chicos nos integran a su clase]. En el medio del semicírculo ponen una silla y la
reservan para el que llega último (Julián)
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