Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

RESULTADO FINAL
Esta tercera versión del escrito fue aprobada:
“Fue considerado un visionario por incluir* en sus novelas el funcionamiento de
transportes como los submarinos y las naves espaciales que estaban siendo desarrollados por
los científicos de su época.”
*Lo correcto hubiera sido escribir: “por incluir en la trama de sus novelas...”, lo que excedía los
conocimientos del alumno.
Este tipo de intervención invita a los alumnos a realizar ellos mismos la revisión y a
decidir qué debe ser “corregido”. Indicaciones del tipo: “revisar puntuación”, “revisar
concordancia S/V”, “revisar selección léxica”, “revisar registro”, “revisar relación o
conexión entre oraciones o entre párrafos”, “revisar interpretación de texto fuente”,
“texto condensado, ampliar información”, “revisar sistema de citas”, etcétera, los obliga
a ubicar y representar la falla primero, reflexionar sobre esta y luego buscar
alternativas superadoras.
Esta práctica exige la realización de una minuciosa devolución grupal previa a la
devolución individual de los trabajos corregidos: se explica detalladamente el alcance
de las indicaciones recibidas, se pauta desde el principio un código común de
señalamientos –que incluye el repaso de conceptos clave ya explicados hasta que se
los comprenda–, y se brindan ejemplos, tanto del tipo de errores como de modos
posibles de resolverlos. Luego, se asiste personalmente a los alumnos que solicitan la
aclaración de alguna indicación.
De este modo, la intervención docente ya no es de “corrección”, sino de
señalamiento, de acompañamiento en el proceso de alfabetización académica, lo que
implica también un cambio en la representación de esta tarea: el docente ya no es “el
que sabe, sanciona y corrige”, sino “el facilitador que acompaña y ayuda a resolver
problemas” para que los alumnos logren la producción de textos comunicativamente
eficaces. La corrección, desde este abordaje, es tarea de los “aprendientes”.
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