Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

imagen representada. Sus comportamientos frente a la imagen y la cosa real son
diferentes, porque en esta etapa puede representarse un objeto ausente y disfrutar de
esta nueva forma de presencia que aparece en el libro.
Al promediar los seis a ocho meses (Blanco, 2008a&b), un niño puede sostener
objetos con más confianza, manipularlos, mientras permanece sentado por su propia
decisión. Éste es el momento oportuno para ofrecerle libros de tela o material plástico
trabajado con pintura no tóxica, para evitar inconvenientes cuando el bebé lo lleva a la
boca como forma de reconocimiento. De 8 a 12 meses, los especialistas del libro de
Planeta Mamá (2008:81&91), en los consejos para estimular el lenguaje proponen
“hojear libros o revistas con imágenes de animales al mismo tiempo que se emiten sus
sonidos: guau, miau, cuac, etc.” Y entre los juegos y juguetes recomendados se
mencionan los “libros de cartón fáciles de manipular con imágenes grandes y
coloridas; Libros con ventanitas;…”
La primera relación del bebé con el libro es objetal, de exploración, hecho que
difumina la frontera entre libro y juguete. El libro se transforma en un ‘juguete hecho de
palabras, de imágenes’ (Rodari, 1987). Los bebés también disfrutan al reconocer la
imagen de otros bebés en las mismas actividades que ellos realizan. “Definir el libro
como un juguete no significa en absoluto faltarle el respeto, sino sacarlo de la
biblioteca para lanzarlo en medio de la vida, para que sea un objeto de vida, un
instrumento de vida. … El mundo de los juguetes no tiene límites, en él se refleja y se
interfiere el mundo entero de los adultos, con su realidad cambiante”. (Rodari, 1987)
Para los niños pequeños es beneficioso el contacto con el mundo poético de los juegos
verbales, formas poéticas que entrelazan ternura y humor, que son una invitación al
juego, al movimiento de las manos, o de la cabeza del bebé (Escarpit, 1973).
Los tres criterios de selección planteados por Lidia Blanco al momento de
seleccionar los libros para la beboteca o bebéteca (2008b) son los estéticos, los
pedagógicos, y éticos y socioculturales. A los bebés les atraen más las historias en las
que se ponen en juego un personaje infantil y un objeto conocido – una pelota, un
pájaro, una mariposa – o una figura femenina que pueda asociar con su mamá
verdadera o sustituta. Aunque, en la actualidad, en las historias contadas por los libros
la figura masculina al cuidado del bebé cada vez está más presente como ocurre en la
realidad hogareña de muchas familias donde la mamá vuelve del trabajo más tarde
que el papá y es éste entonces quien asume la responsabilidad (Blanco,2008b).
El público consumidor de los libros puede tener en cuenta los criterios que ha
utilizado el editor (Boland, 1999) para evaluar el libro que desea comprar: el diseño
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