Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

Menchu, como le dicen, es un adolescente de quince años que no suele participar
activamente en las clases. De pocas palabras, sorprende cada vez que emite un
comentario, estos son muy breves y generan tensión entre lo consolidado y lo posible.
En este caso su relato en general mostraba una aceptación muy madura para su
edad hacia la muerte: “....Bue, en sí solo me quedaría esperarla desnudo en la cama y
con una copa. La invitaría a brindar por esta vida que hoy se lleva”.
Leamos otro texto:
¿Te hago la última pregunta, puedo?
Sí, pero la última.
¿Mis seres queridos, familiares y amigos, estarán bien?
Mmmm, cuando te lleve no van a estar bien pero después de un tiempo si.
Bueno… ¿es el destino?
Sí, es el destino.
¿Me puedo despedir de ellos?
¡No, basta de preguntas, perdí mucho tiempo hablando ¡Vamos ya es la hora!
Un poco más de tiempo por favor.
¡No¡ Listo, callate y vamos.
En este caso, Mauricio introdujo un diálogo directo con la muerte. Queda expuesto
el conocimiento literario que utilizó sin diagramarlo; por otra parte el “posible supuesto”
de intentar robarle tiempo a la muerte cuestionándole lo concebido y hasta se podría
decir que el planteo de esperar cierta contemplación frente a la situación creó una
nueva realidad. Es evidente que la narración le permitió organizar el pensamiento y
plasmar su opinión con respecto a una posible experiencia.
Otro texto:
Son las 22.05 hs y ya llegaron todos…
Son las 23.55 hs, ya me despedí de todos, de mi familia, de mis amigos pero lo que más
me costó fue despedirme de mi novio. Cuando mi mamá entre ya voy a estar muerta
pero me gustaría dejarles esta carta para que entiendan que la vida es “Una obra de
teatro que no permite ensayo”:
Quiero que sepan que los amo y que nunca se olviden de disfrutar la vida.
Hoy me tocó a mí seguramente algún día a ustedes. Disfruten de la vida lo mejor que
puedan. No se olviden de mí.
Estoy sola, son las 23.59hs y la muerte ya viene por mí”
Milagros utilizó recursos tales como la línea temporal sin alteraciones, usó el género
“diario íntimo”, la epístola, que estructuraron un punto de vista muy particular. Se
incluyen también frases que no supo explicar dónde las leyó o escuchó pero que
según ella le reforzó lo que quería expresar. Cuando le entregué el trabajo corregido
me contó que había pensado en muchas cosas pero que no podía escribirlas, hasta
que llegó un momento en el que se olvidó que era una consigna para entregar y se
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