Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

fueras él, teniendo en cuenta lo que siente el narrador hacia Martín Fierro.” Norberto,
para resolver esta consigna, escribió:
Ese día fue el tan esperado por mucho tiempo, por fin tenía al malevo que le había
arrebatado la vida a mi hermano cuando se trabaron en un encuentro. En mis venas la
sangre hervía. Estábamos frente a frente. Sabía que él me iba a hacer pata ancha. El
atardecer se reflejaba en las hojas de los facones listos para cruzarse en el pleito. La
mirada fija en sus ojos quería anticipar algún movimiento. En ese momento pensé que el
pleito se ponía bravo, no me dio tiempo para atajarme. En ese momento él mostró la
hilacha. Me quiso tempranear, tiró el chusazo, fue rápido y acortó en mi cara. Sentí algo
caliente que corría por mi cuello. Le amagué con el poncho y cargué el puntazo. Sentí
que el facón entraba en el costado izquierdo y un quejido se escuchó, levantó la mirada y
lo vi encorvándose con su mano apretándose su estómago. Trastabilló dando unos pasos
hacia atrás, en ese momento hice pata ancha, el pleito estaba de mi lado. Sin pensar le
mandé el segundo, ese iba a nombre de mi hermano, con furia y desgarrando su
estómago, su sangre salía a chorros, mi mano sentía el calor de la sangre, veía cómo se
arrodillaba delante de mí. Levantó su cara y mirándome a los ojos me dijo. Ahora eres
igual que yo.
En este texto observamos cómo Norberto se apropia del espíritu del personaje del
Negro que en la voz del narrador trasunta odio hacia Fierro y, a su vez, reescribe el
texto de Borges incorporando el lenguaje gauchesco pero enriquecido por cierto léxico
tumbero y algunos términos del lunfardo como así también expresiones lingüísticas en
las que se reconoce su propia lengua y su propia voz. En la escritura de Norberto su
identidad se encarna en cada palabra y se sobreimprime a la tradición literaria.
Apropiaciones
Las tres experiencias de escritura de tres sujetos en tres espacios educativos
diversos dan cuenta de tres experiencias de apropiación. Lo interesante de estas
apropiaciones es que se ligan con la trasgresión de ciertas representaciones de
escritura y cultura escolar; es decir, quiebran representaciones y creencias que
descansan sobre la idea de lo que el adolescente, el niño o el adulto “deberían” escribir
en el aula. Creemos que no podemos sostener la existencia de un tipo universal, ideal
o estándar de niño, joven o adulto que accionará frente a determinadas prácticas de
escritura de una única manera deseable y esperable. Más bien, descreemos de los
planteos universalistas que niegan las dimensiones socioculturales que se ponen en
juego en las prácticas de escritura.
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