Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

estética postmoderna, con su discurso antiutópico, inscribe definitivamente la historieta
argentina en una temática que ya no puede ser ingenua ni exótica, sino de
compromiso con una realidad propia que es necesario denunciar. Por otra parte, la
apertura democrática permitió volver sobre temas y autores nacionales que habían
sido “silenciados”
Este efecto de "localización" hace que las "transposiciones" literarias a la historieta
se trasladen definitivamente a la literatura argentina, hasta ese momento dejada un
poco de lado en aras de la literatura universal. Así podemos rescatar el inmejorable
ejemplo que nos da nuevamente Fierro con una serie titulada La Argentina en
pedazos, más tarde recopilada en un libro. Sanyú participó activamente en todo este
proceso con sus producciones artísticas las cuales llegaron a su punto culminante con
la publicación de Transposiciones (1993) –a la que pertenece la historieta
seleccionada en esta oportunidad-, y Letras escogidas (1995), ambas de la década del
noventa, período en el que el neoliberalismo amplió la brecha entre las clases sociales
e hizo caer en la indigencia a miles de ciudadanos.
Una vez establecidos los conceptos que le dan marco a este análisis, pasaremos al
análisis.
Análisis semiótico de la historieta
La historieta ilustrada por Sanyú tiene 24 viñetas, todas ellas de distintos tamaños y
con una gran profusión de imágenes. No se trata de dibujos minimalistas, con grandes
márgenes blancos, sino que por el contrario, cada viñeta está dibujada hasta sus
límites, las escenas lo ocupan todo.
A continuación describiremos la escena de algunas viñetas con el fin de focalizar en
las imágenes para luego establecer cuáles son los efectos de la transposición.
El primer episodio que se narra en la historieta es el de la negra achuradora y
se desarrolla en seis viñetas. La primera de ellas ocupa casi el 50% de la página. Se
trata de una vista aérea del matadero en plena faena de los animales. La escena
general es la suma de varias microescenas en las que predomina la imagen por
encima del texto. El centro de la viñeta lo ocupa un carnicero federal en torno del cual,
en forma espiralada, se ubican otros gauchos matarifes en diferentes posiciones:
algunos elevan sus cuchillos, otros los incrustan en las reses apenas esbozadas, otros
vuelcan las vísceras en grandes baldes… Entre unos y otros, los arroyos formados por
la sangre de los animales muertos van desembocando en una especie de río que corta
el borde inferior derecho de la viñeta. Varias negras achuradoras se pierden entre la
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