Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

contrariamente, la volvería más ligera, más sencilla o más transitable. Esta
densificación implica un exceso de carga semántico-pragmática, y por ende, un costo
cognitivo. Ocurre que los escritores, ya sea por buscar la efectividad de sus mensajes
–para satisfacer un propósito comunicativo en una situación concreta, particular y
específica- ya sea por inercia o por no querer esforzarse demasiado, descuidan la
“gramaticalidad” de sus textos tanto como su normativa, también en la puntuación. El
uso de la puntuación pone de manifiesto un uso icónico de los signos, ya que, por
ejemplo, para expresar una idea más importante los alumnos suelen utilizar más
material lingüístico –y más gráfico-, lo que equivale a decir, una frase más compleja o
marcada, o una en la que se objetiva la subjetividad. De ahí que tiendan a la
“mostración” o a la “descripción de la información” exhibiéndose también ellos mismos
como parte integrante del proceso, y jalonen la información con abundante
señalización gráfica que les ofrece el sistema de la puntuación, con fuerte cortes o
rupturas.
Sin embargo, la sobrecarga informativa es uno de los factores que atentan contra la
claridad, dado que conduce, en realidad, a la redundancia. Se suele tender hacia la
artificialidad -complejidad y oscuridad innecesarias- imponiendo, como ya
adelantamos, una suerte de estilo que, para los estudiantes, correlaciona con lo que
creen que es el mundo académico y científico. En el caso de la escritura académica,
esta cuestión parece explicarse por ciertas creencias de que los contenidos
conceptuales de un examen son complejos, motivo por el que los sujetos se verán
obligados a una mera tarea de reproducción personal, reviviendo el proceso de
construcción del conocimiento dentro del campo desde el vacío de su origen, y sólo les
queda reproducir lo hallado por otro (tomado del material de estudio) en forma
presumiblemente organizada, eso sí, que tiende a “adosar” tales contenidos en sus
escritos y, para ello, la puntuación resulta fundamental. Deben, además, tomar
conciencia acerca de la función del examen dentro de la interacción social. Que el
esfuerzo sea compensado y socialmente aceptado, lo cual procura el beneficio propio.
Asimismo, los “usos subespecificados” e idiosincrásicos de la puntuación, esto es,
cuando no se formula explícitamente la relación entre dos segmentos
textuales/discursivos o cuando se presentan en forma continua más de una conexión y
no se puede solucionar su continuidad, provocan una “polipartición”, puesto que no se
puede determinar si se trata de varios segmentos textuales/discursivos del mismo nivel
puestos en relación o si, por el contrario, hay uno o dos que están en un nivel
diferente, más alto o más bajo respecto de los otros; es decir, si la relación
interpretativa apunta hacia un macronivel, un supernivel o un micronivel. Se produce,
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