Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

definición de gran parte de la literatura especializada que considera al mismo como un
conjunto de habilidades de comprensión y resolución aplicables a las más variadas
tareas cognitivas.
En el marco de dicho trabajo, resultan de particular interés los aportes de Robert
Ennis quien entiende que el PC es el pensamiento razonable y reflexivo que se
focaliza en decidir qué creer o hacer. En esta definición, razonable se entiende como
aquello capaz de proveer buenas razones para arribar a la mejor conclusión; y
reflexivo hace referencia al examen de la razonabilidad de la argumentación propia y
ajena.
Ahora, ¿cuáles son las implicaciones entre pensamiento crítico y argumentación?
Según Constantino y Amorós (2004), el pensamiento crítico consta de seis
componentes: por un lado, los que tienen que ver con las habilidades dispositivas
(análisis, comparación y síntesis) y, por otro lado, los vinculados con las habilidades
elaborativo -creativas (amplificación comprensiva, evaluación y toma de posición).
Estos seis componentes deben constituir, según los autores, una matriz para los
diseños de enseñanza que, a su vez, deben articularse en propuestas didácticas
concretas.
Consideramos que la argumentación es una modalidad especialmente fecunda para
desplegar operaciones que ponen en juego estos seis componentes. En tanto el texto
argumentativo se propone persuadir de una creencia o postura en relación a un tema
mediante razonamientos fundamentados, involucra componentes que otros tipos
textuales soslayan, particularmente los vinculados con las habilidades elaborativo-
creativas (amplificación comprensiva, evaluación y toma de posición); sin los cuales la
consecución de su propósito comunicativo sería imposible.
En ese sentido, parece pertinente revisar el modelo propuesto por Toulmin (1958)
respecto de un esquema general de las estructuras de los argumentos que son
constantes en todas las argumentaciones, como estrategia para suscitar el “examen de
la razonabilidad” de los mismos. En el marco de la teoría de Toulmin, un argumento es
razonable si puede afrontar la crítica, examinado en su respectivo contexto o campo.
Dicho esquema involucra una aserción inicial que partiendo de determinados datos
se puede convertir en conclusión apoyándose en una ley de pasaje. Entre los datos y
la conclusión, la garantía o ley de pasaje evidencia la relación entre estas dos
afirmaciones. Se trata de un principio general, que justifica la inferencia que lleva de
los datos a la conclusión, y que permite determinar si esos datos son relevantes y
suficientes. La garantía, que debe ser aplicable al caso concreto, a su vez debe tener
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