Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

connotativo en la relación entre ambos sistemas, que se construye a partir de un uso
particular de la lengua.
Para entender cómo los significados de una cultura se interrelacionan en un texto,
Halliday (1982) identifica tres variables como relevantes en la organización semiótica
del contexto de situación para la comprensión de un texto. Estas son las variables de
campo, tenor y modo, que se materializan (o construyen) mediante las tres funciones
sociales de la lengua (experiencial, interpersonal, textual). Es de esta manera como el
contexto deja de conceptualizarse como externo a la lengua para ser considerado un
fenómeno intrínseco a ella, como registro. La teoría de registro de Halliday explica los
principios que rigen la variación de la lengua de acuerdo con el contexto de situación:
“la cuestión es qué tipos de factores de la situación determinan cuáles tipos de
selección del sistema lingüístico”. Así es como la noción de registro constituye una
forma de predicción (1982:47). Si bien Hymes (1974) señala otros elementos
importantes en la vinculación entre texto y contexto, que se reconocen para los
estudios de etnografía lingüística (Creese, 2008, Rampton et al, 2004) 6 , la ya larga
tradición de análisis realizados en el marco de la LSF parecería confirmar que la
selección de Halliday es adecuada y funcional para dar cuenta del contexto y por lo
tanto de la cultura a partir de los textos, de la misma manera que, a la inversa,
conociendo el contexto es posible predecir qué recursos discursivos y lingüísticos es
altamente probable encontrar en los textos 7 .
En una elaboración posterior, Martin formula su teoría estratificada de contexto, en
la que el género es una configuración recurrente de significados que ponen en acto las
prácticas sociales de una cultura dada. Así, las variables de registro –entendido como
estrato de menor abstracción del contexto que se materializa a través de las
selecciones discursivas, por eso consideradas como “interfase” entre lengua y
contexto- trabajan conjuntamente para lograr las metas de un texto, que se definen en
términos de sistemas de procesos sociales en el nivel de género, responsable de
organizar la estructura en pasos o estructura esquemática (Martin, 1992; Eggins y
Martin, 2003; Martin y Rose, 2008).
En este modelo, la ubicación del género en un nivel mayor de abstracción que el
registro permite explicar que ambos estratos varíen de manera independiente, de
6 Aunque no se consideren pertinentes aquí otros elementos del contexto material para el análisis lingüístico, es
importante señalar que en el marco de la enseñanza de los textos profesionales como herramientas culturales también
es necesario aportar a los estudiantes información sobre convenciones de comportamiento social, que se manifiestan,
por ejemplo, en el comportamiento gestual, la indumentaria o la proxémica, tal como han señalado otros autores
(Aguirre Beltrán, 2000).
7 Existe, como es sabido, una serie de cuestionamientos desde diferentes perspectivas acerca de este punto, así como
acerca de la teoría de género de Martin, algunas de ellas desde posiciones muy cercanas. Sin embargo, no nos
detendremos aquí en esta discusión pues no es objeto específico de este trabajo.
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