Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

Ahora bien, este aspecto de la representación de los estudiantes se contrapone a
otra de las características definitorias del material escrito que conforma las
bibliografías que deben leer: el carácter teórico de estos textos y, en consecuencia, la
presencia de conceptos abstractos como base de los razonamientos en ellos
planteados. En efecto, según el análisis realizado, los textos que integran el corpus se
inscriben en la categoría de texto teórico acuñada por Bronckart en el marco del
Interaccionismo Sociodiscursivo (Bronckart, 1996). Por su parte, Arnoux, Nogueira y
Silvestri siguiendo estos principios, caracterizan los discursos teóricos, desde el punto
de visa composicional, como “discursos razonados que apelan a secuencias
expositivo-explicativas y argumentativas, en el despliegue de las cuales se construyen
los conceptos, objetos discursivos de elevada abstracción.” (Arnoux et al, 2009, en
prensa). En efecto, para estas autoras el discurso teórico es dominante en
determinados textos vinculados con la producción intelectual o con la difusión de
conocimientos y su contenido alude a una o varias teorías entendidas como
propuestas intelectuales lógicamente fundadas, que pretenden ir más allá de la
experiencia inmediata de los hechos. En este sentido las especialistas señalan que “En
un texto teórico, el objeto discursivo que se construye es de naturaleza abstracta, lo
que resulta uno de los principales factores que obstaculiza la comprensión” (Arnoux et
al, 2006: 141).
Efectivamente, en general, los conceptos que se desarrollan en estos textos
presentan un alto grado de abstracción y corresponden a contextos también
abstractos, por lo que se trata de construcciones simbólicas que se desarrollan a lo
largo de segmentos textuales más o menos extensos, y que exigen, de parte del lector,
un alto esfuerzo cognitivo. Se trata de conceptos denominados difusos o teóricos,
conceptos que no tienen fronteras claras, es decir, para los cuales no existe una
definición universalmente aceptada. Por lo tanto estos conceptos no responden a
valores absolutos de verdadero o falso y, en este sentido, pueden pertenecer
parcialmente a dos categorías a la vez. En efecto, su pertenencia a una categoría es
una cuestión de grados, y esos grados varían y se ajustan continuamente en función
del contexto y la experiencia del hablante. Para comprender entonces los textos
teóricos es necesario que el lector logre inscribir los conceptos en él planteados en el
marco de una perspectiva disciplinar, a partir de cuyos fundamentos podrá
categorizarlo en el grado que éste admita.
Ahora bien, a esta dificultad para incluir los conceptos difusos en una categoría
precisa, se suma el hecho de que ellos forman parte de un sistema de categorías
relacionadas jerárquicamente. En este sentido entonces, las principales dificultades
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