Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

La argumentación en el campo de la ética/Persuasión y disuasión
Entre los campos de la argumentación a los que se refiere Toulmin se encuentran el
jurídico, el científico, el artístico, el de la conducción de empresas y el ético. Estos
campos constituyen los marcos de referencia a partir de los cuales se puede evaluar si
una aserción es o no una buena razón para justificar la conclusión; para validar o no un
argumento se tiene en cuenta la situación en la que este se inscribe. El campo de la
ética tiene sus particularidades, pues no existe un foro especializado en el que se
producen estos argumentos. En todas las situaciones se pueden plantear problemas
éticos o morales. El razonamiento moral se hace frente a situaciones y decisiones
concretas, pues la moral está relacionada con la conducta de los sujetos.
En Introducción al razonamiento (1984), Toulmin, Rieke y Janik consideran que las
discusiones éticas se establecen de acuerdo a dos consideraciones: lo correcto e
incorrecto (acciones aceptables o inaceptables) y lo bueno y lo malo (acciones
deseables o preferibles en mayor o menor grado).
Nos dicen al respecto Zamudio, Rolando (2010):
En efecto, la racionalización de lo humano, en sus diversas facetas, nunca se alcanza
por vía de la desconexión de las situaciones reales puesto que los sujetos actúan según
contextos sociales específicos, con finalidades y motivaciones diversas. Estas conductas
son enjuiciadas por los otros sujetos de su entorno de acuerdo con esquemas valorativos
cuya definición y su puesta en juego depende de los factores culturales apuntados por
Toulmin; pero también de vivencias afectivas, intereses, creencias religiosas, historias de
vida o presiones sociales y políticas predominantes en la sociedad. (Zamudio, Rolando,
2010: 209)
Relacionados con los argumentos éticos, vinculados a las conductas humanas y las
formas de actuar o no actuar frente a situaciones concretas, están los conceptos de
persuasión y disuasión. La persuasión puede ser concebida como un modo de crear
una disposición general a la acción. Según Danblon, la argumentación se puede
entender como un modo de conducir a la acción. En su artículo “La disuasión como
técnica retórica de creación de una disposición general a la inacción”, este autor
establece dos tipos de disuasión: una que es el equivalente negativo de la persuasión
(disuadir de…) y la segunda como una disposición general a la inacción. Con respecto
a esta segunda forma nos dice:
Lejos de ser, como en el caso de la disuasión 1 un modo retórico de alejar de una acción,
trataré de describir disuasión 2 como un modo retórico de crear una disposición general a
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