Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

egión, contrarrestar la de otras potencias y obtener beneficios y concesiones de
América Latina a través del proceso de apertura de sus economías.
Durante la segunda presidencia de Cardoso, Brasil empezó a privilegiar con
claridad a América del Sur en su agenda internacional, proyecto político y estratégico
dirigido desde la Cancillería. En septiembre de 2000 en Brasilia se llevó a cabo la
Primera Reunión de Cúpula de los jefes de Estado de América del Sur y en julio de
2002 la segunda en Guayaquil. Ambos encuentros constituyeron antecedentes de las
Cumbres de la Comunidad Sudamericana de Naciones. En Cuzco en 2004 se firmó el
acta que creó la CSN compuesta por los cinco Estados del MERCOSUR, los cuatro
países miembros de la CAN (Bolivia, Perú, Ecuador, y Colombia), Chile, Guyana y
Suriname. En abril del 2007, los mandatarios sudamericanos, reunidos en la Isla
Margarita, Venezuela, en la I Cumbre Energética Suramericana decidieron renombrar
la comunidad como Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).
3
La disputa en torno a las designaciones muestra el complejo proceso de
construcción del objeto de la integración. Diferentes nombres exponen miradas en
conflicto sobre la integración, la elección de una designación, por lo tanto, supone
privilegiar una alternativa y desterrar otra. En este caso, se presenta, por un lado, la
visión estratégica de la diplomacia brasilera – expuesta en el nombre “Comunidad
Sudamericana de Naciones”- que desde el final de la Segunda Guerra Mundial
persigue, en el marco de un mundo bipolar, cierta autonomía en su inserción
internacional y, principalmente, evitar el aislamiento en el Cono Sur, promoviendo
acuerdos subregionales que hagan de Suramérica un espacio geopolítico y
geoeconómico de relevancia. Este objetivo incluso aparece plasmado en la
Constitución brasilera de 1988 en la que se afirma entre los principios que rigen en sus
relaciones internacionales que “la República Federativa del Brasil buscará la
integración económica, política, social y cultural de los pueblos de América Latina, con
vistas a la formación de una comunidad latinoamericana de naciones.”. Esta meta
impulsada desde Itamaraty y sostenida por las elites brasileras como plataforma para
la inserción de Brasil en tanto actor global se enfrenta a la propuesta de “unión/unidad
del sur” que promueve Hugo Chávez evocando los sueños independentistas de
Bolívar. El litigio en el nivel de las designaciones señala, entonces, una confrontación
entre paradigmas. Al cierre de la Cumbre de Isla Margarita, Chávez retoma la
memoria revolucionaria de las guerras de independencia y parafrasea una de las
sentencias de Bolívar en la Carta de Jamaica de 1815:
658