Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

En el ámbito del actual discurso pedagógico y de la actual cultura escolar hay
controversia sobre el uso de los manuales escolares dentro y fuera del aula. Mientras
algunos maestros insisten en que estos textos son limitados y limitantes por cuanto
sólo responden a unas directrices institucionales que coartan la libertad de cátedra, los
sectores conservadores del profesorado defienden su presencia en el aula y
consideran que el currículo debe estar dirigido por los textos escolares porque facilitan
la tarea del docente y del alumno en la medida en que condensan y hacen más
asequible el saber: basta con indicar al estudiante la lectura y los ejercicios que
corresponden a cada clase. Según ellos, es conveniente que el profesor siga sus
contenidos y estructura no sólo con el fin de facilitar la tarea del estudiante, sino
también de cumplir con los lineamientos que traza el Ministerio de Educación. Estos
sectores del magisterio son los focos de atención de las editoriales, que buscan
desplegar el marketing sobre las “bondades” que ofrece el manual.
Quienes hemos defendido que los manuales escolares resultan insuficientes en la
construcción del conocimiento dentro y fuera del aula, afirmamos que, además de
limitados, los libros de texto alienan el trabajo de maestros y estudiantes y en
ocasiones impiden el acceso a otros universos lingüísticos y mundos posibles. Son las
condiciones de producción en que se gesta el manual (como entramado de voces
provenientes del mundo de la cultura, de la sociedad, de las instituciones y de
individuos institucionalizados), y la relación de sentido que se crea entre dicho manual
y los alumnos en el contexto escolar (comunidad también institucionalizada), lo que
aquí nos lleva a aseverar que el discurso construído en los libros de texto (por las
editoriales, el gobierno y un sinnúmero de voces que convergen en él) puede ejercer
control sobre las prácticas pedagógicas de maestros y estudiantes, al tiempo que se
legitima como instrumento de dominación.
En esa medida, y contextualizando en el tema que nos convoca en este Congreso
Regional de la UNESCO, podemos afirmar que en cuanto al desarrollo y promoción de
la lectura y la escritura en el aula escolar se refiere, el libro de texto de español en
Colombia se convierte en el mediador natural de estos procesos y deja poco espacio al
docente para que innove. Las actividades que propone el texto escolar para el
desarrollo de los procesos de lectura y escritura en ocasiones limitan la creatividad y la
espontaneidad del estudiante, pues presentan esquemas definidos, estáticos y
abstractos que no siempre conducen al buen desarrollo de estas habilidades, máxime
cuando estos importantes procesos intelectuales van ligados a situaciones sociales,
culturales y cognitivas muy específicas.
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