Libro de Actas del Congreso Regional de la Cátedra ... - UNGS

La historieta de Sanyú va a tomar solo la segunda parte del hipotexto, es decir, se
va a iniciar con la vista panorámica del Matadero y va a terminar con la muerte del
toro.
Esta selección de escenas o núcleos fundantes implica haber dejado de lado otros.
No se contextualizan explícitamente los hechos en un lugar ni en un tiempo
determinado, con la única excepción de las alusiones peyorativas contra los unitarios
en el discurso de los matarifes. Esta elisión permite ubicar la barbarie en un espacio
genérico, lo que produce un efecto de universalidad de la problemática que se plantea.
Esta falta de contextualización explícita lo es también en cuanto a las cuestiones
políticas y religiosas que dan significado a los hechos en el hipotexto. No se explican
las causas del barro, ni la relación entre la hambruna y la Cuaresma en plena
inundación. Esta omisión despersonaliza la responsabilidad de lo que sucede y de las
decisiones que se toman, dado que en ningún momento se menciona a Rosas, ni a su
complicidad con la Iglesia. La acción se distribuye entre todos los que participan
activamente de la faena, sin ironías contra el gobierno de turno ni críticas a los
miembros eclesiásticos. El foco parece estar puesto en la barbarie misma, en la
bestialidad representada en toda su crudeza, en la asimilación entre la humanidad y el
mundo animal en el que los instintos salvajes actúan sin ningún tipo de raciocinio.
La acción comienza abruptamente y desde el momento en que se inicia adquiere
una inercia que se desarrolla en un grado ascendente de tensión y dinamismo. La
estructura del relato hipertextual es circular: se inicia y se cierra con tomas a la
distancia, como si el narrador testigo no tuviera ninguna relación con los hechos que
se observan. Es el ojo de un observador desde afuera que hace un zoom sobre un
hecho que le llama la atención, lo escudriña y se aleja. Se trata de un recorte de la
realidad que se pone a juicio bajo la perspectiva de la lupa del observador, pero las
conclusiones quedarán por cuenta del lector, quien construirá un nuevo sentido sobre
la base de sus representaciones sobre la sociedad y el tiempo que le toca vivir. El
historietista brinda una serie de indicios en una sucesión de fotogramas con los que
construye un otro texto en el que la violencia, la injusticia social, la barbarie, la falta de
racionalidad, los prejuicios, la falta de solidaridad, la ingenuidad y el sometimiento de
un pueblo pasivo a las decisiones de sus líderes de barro parecen establecer las
constantes de una identidad nacional desde la lucha entre unitarios y federales del
siglo XIX hasta la actualidad. Todos estos aspectos están presentes en la historieta
que le da vigencia a una problemática nacional que parece no tener fin en los noventa.
La indiferencia ante la muerte de los inocentes, la miseria y las relaciones de poder
615