11.06.2015 Views

o_19nhsmha01vhpfpg1knut7kcn4a.pdf

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

notablemente a la cultura de la legalidad, un acto de corrupción se lleva a cabo como una<br />

forma de conducta “natural” por la mayoría de la población, sin importar el cargo que<br />

ocupe tanto en lo público como en lo privado; el funcionario público, ciudadano, usuario o<br />

el trabajador privado sin importar el rango en el desempeño de sus funciones. Afectando la<br />

vida económica, política y social nacional de manera profunda, con la consabida<br />

destrucción de la vida institucional. Al despreciar una cultura de la legalidad, triunfa la<br />

ilegitimidad, la inmoralidad y la amoralidad. Por lo tanto podemos decir que una sociedad<br />

corrupta es una sociedad corroída, en descomposición y por lo tanto una sociedad injusta,<br />

que puede llevar al abismo la seguridad nacional.<br />

Es urgente brindar educación de calidad, generar desarrollo económico, empleo, y una vida<br />

digna a la sociedad, así como establecer el imperio de la ley, y consecuentemente devolver<br />

la legalidad, la institucionalidad, y justicia social, a una sociedad desalentada, abandonada<br />

y olvidada por su gobierno, que ha ido perdiendo el entusiasmo y esperanza de alcanzar<br />

una vida digna. Recuperar la confianza social con la restructuración administrativa que<br />

brinde mejores servicios, y con mayor calidad debe ser la tarea de todo Estado para que la<br />

sociedad se reconstruya y se armonice la vida comunitaria. Porque parafraseando a Georges<br />

Bernanos “Si la sociedad pierde entusiasmo el mundo entero se estremece”, esta respuesta<br />

ciudadana el Estado debe tenerla en consideración.<br />

3.- La responsabilidad del Estado ante los actos de corrupción<br />

Los actos de corrupción deben ser sancionados con todo el rigor de la ley por todo<br />

gobernante, su responsabilidad, política, jurídica, institucional y moral, le da<br />

obligatoriedad de resolver y sancionar cualquier acto de corrupción que se presenten en su<br />

gobierno, sin distinción de clase, sexo, raza, cargo, credo o preferencia política, para<br />

restituir la legalidad y orden social. Su erradicación debe estar fundamentada en una<br />

formación ética y profesional del funcionario, como lo explica Max Weber en su obra el<br />

político y el científico “La evolución del funcionariado moderno, se va convirtiendo en un<br />

conjunto de trabajadores intelectuales altamente especializados mediante una larga<br />

preparación y con un honor estamental muy desarrollado, cuyo valor supremo es la<br />

integridad 21 ”. Actuar con ética y responsabilidad no debe ser sólo parte del discurso, sino<br />

de una actuación de responsabilidad desde el gobierno. Solamente con un verdadero trabajo<br />

profesional, ético y responsable, se podrá abatir tan grave mal que no solo abarca al<br />

gobierno, hoy por hoy ha permeado a todas las clases sociales, a toda la sociedad,<br />

incluyendo a la administración privada, donde encontramos a los medios de comunicación.<br />

Para lograr la modernización del Estado, no es suficiente con alcanzar los estándares<br />

establecidos por los organismos financieros internacionales, como el Banco Mundial<br />

(BM), Banco Interamericano de desarrollo (BID) Organización Mundial del Comercio<br />

(OMC), y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que<br />

establecen que para ser miembro, las instituciones que componen la Administración<br />

pública, requieren estar estandarizadas bajo un mismo esquema de organización y<br />

funcionamiento democrático, que lleven a la eficiencia y eficacia de sus servicios al<br />

21 Óp. Cit. WEBER Max.<br />

1910

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!