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Figura 1
Fuente: Observatorio Pyme
Los principales retos que amenazan la supervivencia de las Pymes son (Mendoza, 2011): el
bajo acceso al financiamiento; el elevado costo en servicios y suministros por la existencia
de monopolios; la falta de vinculación entre empresas proveedoras, gacelas y tractoras; así
como una planeación logística deficiente (Mayoral y Vargas, 2011).
Cabe destacar que desde 2001 el gobierno federal y varias entidades federativas han
realizado importantes esfuerzos para canalizar recursos y ofrecer nuevos programas a las
Pymes, pero estos esfuerzos aún se encuentran muy lejos tanto de las necesidades de las
empresas como de la dimensión de la problemática de las Pymes. Ello refleja, entre otros
aspectos, la debilidad organizacional de las Pymes y su carencia de presión política ante los
poderes Ejecutivo y Legislativo de México, para efectivamente contar con recursos,
programas y personal especializado acordes con su relevancia en la economía,
particularmente en el sector de las exportaciones.
El fomento a las Pymes requiere de una visión sistémica de la competitividad mediante
instrumentos regionales-sectoriales de largo plazo y en forma conjunta entre los sectores
público y privado (Dussel, 2004). En cuanto a su instrumentación es indispensable el
fortalecimiento de las organizaciones empresariales en sus diferentes niveles y la
generación de mecanismos que apoyen a agrupamientos de Pymes. El centro de esas
políticas debieran ser programas que incentiven a las grandes empresas exportadoras a
generar encadenamientos con las Pymes vía proveeduría y la sustitución de importaciones.
Conclusiones
Nuestro país ha implantado mejor las políticas neoliberales, que los propios países que las
crearon. Estados Unidos se dice llamar el garante de las políticas libre cambistas, pero no
las aplica, basta mencionar que ha cerrado sus fronteras para impedir la importación de
productos que afectan su sector agrícola.
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