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Como expone Dominguez (2003), la afirmación de la identidad local se basa en reconocerse en una
historia colectiva, todos los componentes de esa identidad se explican solamente si se percibe la
existencia de una historia viviente en cada uno de los habitantes de la sociedad local. Ahora bien,
este reconocerse en la historia no tiene sentido si es para quedarse en una mirada nostálgica del
pasado, sólo adquiere toda su potencialidad cuando la fuerza de esa carga histórica provoca
interrogantes sobre el presente y sobre la proyección futura, la identidad se convierte en palanca de
desarrollo cuando lleva a descubrir la posibilidad de actuar. Pero este descubrimiento solo genera
realizaciones, cuando el individuo o el grupo que actúa se reconocen a si mismos como capaces de
aportar y fortalecer algo en su comunidad.
Conclusiones.
En últimas décadas se ha demostrado que la educación se ha convertido en el pilar del desarrollo
humano, los profundos cambios en todos los niveles, tanto económicos, sociales y políticos en el
mundo, han repercutido fuertemente en la vida de las personas y de las comunidades rurales.
Muchos de estos sucesos van acompañados de nuevos desafíos para los proyectos vitales y
socioculturales de la población rural. Así, una de las dinámicas más influyente de este período lo
constituye, la globalización, por ello, la una educación rural enfocada en la creación,
fortalecimiento y desarrollo empresarial acorde a los contextos regionales y locales de cada
comunidad, pasa a ser un factor relevante en este escenario, en cuanto se pueda adecuar a la
comunidad rural a los actuales requerimientos socio productivos de las economías de libre mercado.
Según la CEPAL, (1991), la educación y el conocimiento se constituyen en la década de los 90
como el eje de la transformación productiva con equidad para la región latinoamericana, así en el
contexto nacional se ha planteado, configurar reformas en los sistemas escolares nacionales con el
fin de adaptarlos a los desafíos que conlleva la globalización.
Por lo anterior, es importante que la educación rural adquiera un enfoque hacia el
emprendedurismo, ya que, las comunidades no están ajenas a este fenómeno globalizador, es
necesario como señala Pozo, (1990), que los siguientes años los esfuerzos se concentren en
producir una reforma en todos las dimensiones y que busque potenciar en las nuevas generaciones,
una integración a la sociedad del conocimiento, aportando a una visión más integral de la educación
empresarial junto con el desarrollo local y la comunidad rural.
Por último cabe señalar, que el tema de los desarrollos locales cobra importancia como escenario de
oportunidades para las comunidades rurales, para el fortalecimiento y sustentabilidad de la calidad
de vida social. Así, surgen diversas tendencias que valoran las bondades de los espacios locales en
relación con los desafíos de las regiones y del país en su conjunto.
BIBLIOGRAFIA
CEPAL-UNESCO. (1991): Educación y Conocimiento: Eje de la transformación
productiva con equidad.
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