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Para conocer los niveles de competitividad tanto de los países de España y México como de<br />

Michoacán y Jaén, se recurrió a varios rankings. A nivel país y según el ranking Global<br />

Competitiveness Index elaborado cada año por el Foro Económico Mundial, las posiciones<br />

de México y España entre 1998 y el 2010, han descendido de manera importante. Mientras que para<br />

España el cambio ha sido paulatino – sólo once posiciones en ese lapso –, México exhibe un continuo<br />

declive de 27 lugares (Foro Económico Mundial, 2011).<br />

Por un lado, la competitividad de México, se relaciona con su baja productividad y la disociación de<br />

las cadenas productivas, lo que significa que el país no ha consolidado su potencial económico<br />

(OCDE, 2009), y por otro, la eficiencia de sus instituciones ha descendido 50 lugares entre el 2003 y el<br />

2010 (Foro Económico Mundial, 2011). En España, las causas de la disminución en su competitividad<br />

global, pueden encontrarse en el funcionamiento del mercado laboral, seguido del sistema financiero,<br />

y también en el acelerado descenso del entorno macroeconómico nacional (Requeijo, 2008).<br />

La estrategia de crecimiento de México basada en el modelo industrial exportador, en conjunto con un<br />

proceso de estabilización macroeconómica y de apertura comercial (Kato, 2008), tiene un bajo poder<br />

de arrastre interno, es decir, la apertura con desarticulación interna no asegura el éxito. Para España, el<br />

origen de la falta de competitividad es su baja productividad del trabajo, pues entre 1995 y 2006 fue el<br />

único país de la Unión Europea con una tasa media de crecimiento de la productividad negativa<br />

(O’Kean, 2010). Una explicación es la terciarización de la economía, pues el sector servicios aumenta<br />

en trabajo a pesar de que su productividad es inferior a la de las manufacturas (Castany y Xifré, 2009).<br />

En el caso de Michoacán y Jaén, se utilizaron índices regionales para conocer sus niveles de<br />

competitividad sistémica. Para Michoacán el índice analizado fue el ICSar (Índice de Competitividad<br />

Sistémica), correspondiente al 2010, mismo que toma valores entre 0 y 100 y ordena a los estados de<br />

forma descendente según el valor alcanzado. El Distrito Federal, Nuevo León, Coahuila, Sonora y<br />

Baja California se ubicaron en los primeros lugares; mientras que Michoacán (lugar 28) ocupa una de<br />

las últimas posiciones (ARegional, 2010).<br />

En referencia a Jaén, se emplearon varios índices. Uno es el Ranking de las Provincias Españolas en<br />

Competitividad Sostenible que se fundamenta en 12 indicadores que analizan las diferencias<br />

económicas y sociales de las 52 provincias de España. (FUNDESA, 2011). Debido a que para el nivel<br />

macro no se exponen indicadores, se utilizó el ranking de José Vicente Lleó (2011). Los índices son el<br />

PIB per cápita, el crecimiento del PIB per cápita y el crecimiento de economía real. La media de la<br />

competitividad para España fue de 26.11 puntos. Las provincias en los primeros lugares son Araba,<br />

Navarra, Burgos, Guipúzcoa, y Madrid; y las últimas posiciones las ocupan Jaén, Las Palmas, Melilla,<br />

Tenerife y Ceuta.<br />

A fin de conocer los niveles de competitividad y verificar si las PYMES manufactureras exportadoras<br />

operan en un ambiente de rezago, se puso especial énfasis en conocer los niveles micro e internacional<br />

de Michoacán y Jaén.<br />

Según la metodología de ARegional, el nivel micro está integrado por los niveles empresario y<br />

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