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Desde esta perspectiva autores como North definen las instituciones como “las reglas del
juego en una sociedad ideadas por el hombre para dar forma a las interacciones humanas y
serán las que estructuraran los incentivos de una sociedad” (North, 1998). Por su parte
Berger las define como las estructuras que modelan la conducta humana en direcciones que
la sociedad considera convenientes (Berger et al., 2003).
Coase (1937) en su artículo “La naturaleza de la empresa”, reflexionó sobre el problema de
la expansión de la empresa y consideró pertinente hacer énfasis en la variable
administrativa y su relación con el mercado, lo cual dio lugar al concepto “costos de
transacción” 26 , el cual se deriva del análisis de la división del trabajo que lleva a los
empresarios o sus representantes, los directivos, a especializarse en una función
coordinadora o de toma de decisiones en relación con los costos según las dos nuevas
dimensiones del problema, una interna: la administración, y una externa: los costos del
mercado, que fija los precios en el sistema económico. El concepto de costos de transacción
permite analizar la interacción de tres instituciones modernas: la empresa, la administración
y el mercado (Martínez Fajardo, 2002).
La teoría de los costos de transacción tiene como objetivo identificar aquellos aspectos de
una transacción que dificultan o hacen muy costoso un intercambio. Adicionalmente,
indicar el mecanismo que podría coordinarla de manera más eficiente para disminuir
dichos costos (Leland, 2012).
En los sesenta Coase (1960) precisó, en relación a la capacidad de regulación del Estado,
como un factor que a través de políticas y normas interviene en la fijación de precios del
mercado, capacidad que puede favorecer o entorpecer la expansión de las organizaciones, a
través de su acción sobre el mercado, en función de controlar costos sociales.
Martínez (2012) en su libro interpreta esta intervención, bajo el supuesto de incertidumbre
y riesgo de la inversión, señala que los administradores pueden llegar a bajar los costos de
producción, mediante decisiones que determinen, coordinen o disminuyan los costos de las
transacciones del mercado, nuevos contratos que permitan innovaciones en tecnologías de
gestión, nuevas formas de organización o asociación , mejoramiento de los sistemas de
información y comunicación, utilización de nuevos equipos, producción de conocimiento,
nuevas formas de interacción con una red de organizaciones.
En un entorno global donde la competitividad es un factor determinante para cada
organización, es fundamental identificar el interés del estado para promulgar normas que
permitan generar nuevas formas organizacionales o modelos se asociación que disminuyan
los costos de transacción, simplifiquen la constitución y funcionamiento de las sociedades
comerciales, suprimiendo normas que limitan la creación y el desarrollo de nuevas
estructuras jurídicas que puedan adaptarse a las necesidades de un entorno cada vez más
volátil, y así facilitar la tarea de los administradores.
Esta noción de simplificar procesos o generar nuevos modelos de asociación, está
estrechamente relacionada con los procesos de desregulación, es decir modificar la
legislación, apropiarla en procura del desarrollo, modernización y adaptación de los
sistemas, lo que debería repercutir en aumentos en la productividad y la competitividad. Sin
26 Los costes de transacción vendrían a ser los costos asociados a la utilización y el cálculo del
mecanismo de precios de mercado, o dicho de otra forma, los costes en los que las empresas incurren
cuando, en vez de usar sus propios recursos internos, salen al mercado para encontrar esos productos y
servicios.(Coase, 1937)
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