o_19nhsmha01vhpfpg1knut7kcn4a.pdf

1.1 Emprender: etimología y evolución del término
Proviene de las palabras latinas “In” = en y praehendere que significa coger o tomar;
definida por la RAE “como la acción de acometer y comenzar una obra, un negocio o un
empeño y comúnmente encierran dificultad o peligro”
De otra parte, muchos autores franceses coinciden en afirmar: que emprender, está
estrechamente relacionado con el vocablo francés entrepreneur (que significa pionero).
Hoselitis 97 quien hace un recorrido histórico del término, afirma que este aparece a
principios del Siglo XVI, y se le atribuía a quienes dirigían expediciones militares y a los
aventureros que venían al nuevo mundo (como Colón), sin saber con certeza que esperaban.
Posteriormente, según Debelidor 98 a principios del Siglo XVIII, los franceses extendieron
el significado a los constructores de puentes, puertos y carreteras. A propósito de esto,
L’Enciclopedie 99 designa el término emprender como la actividad de hacer obras de
construcción mediante contratos, lo que significaba para Francia ser “albañil o contratista”,
mientras que en España se les denominaba “maestros de obra”, y eran quienes recibían
contratos en “el sistema de la casa de contratación de Indias”. Complementa el autor, que
esto hace que el elemento riesgo no aparezca aún, debido a que los maestros de obra
financiaban sus actividades sobre la existencia del “contrato” con autoridad e ingresos
asegurados.
Sustenta Debelidor 100 , que tal actividad incluía la compra y venta de trabajos y materiales a
precios no determinados, lo mismo que la venta del producto resultante a un precio
contratado; por lo que consideró que emprender era una actividad comercial. Se infiere,
entonces, que de acá en adelante esta actividad toma la connotación de actividad
empresarial.
97 HOSELITIS, Autores varios. Enciclopedia de las ciencias sociales. Madrid, España: Edit. Aguilera. 1979
98 Ibíd.
99 LENCICLOPEDIE. Disponible en enciclopediedescroissantes.wordpress.com/en
100 Óp. cit., Nº3
2792